Terrassa-Les Pedritxes-Pou de Glaç-Torrent de la Cansalada-Pont de Vilomara-Sant Jaume de Vallhonesta-Rellinars-Casa Nova de l'Obac-Foradades-Trialerón-Trialerín-Matadepera-Terrassa
Datos de Interés
63Km.
1897m. de desnivel positivo acumulado.
4h15m
14,55Km/h de velocidad media.
Índice IBP: 140
Perfil de la Etapa
La Crónica
Si algo tiene la etapa de Pont de Vilomara, es que no te deja indiferente. O se convierte en una de tus mejores vivencias encima de tu BTT (si eres amante del peligro, de los senderos, de los pasos estrechos con un buen terraplén a tu lado y de subidas dignas de formar parte del circuito mundial de saltos de ski) o la odias de tal manera que maldices el día que decidiste comprarte la maldita bicicletita de los coj…
La parrilla de salida para la mayor aventura del año estaba compuesta por Nando (pistero por excelencia), MAD (descerebrado por excelencia), Adán (suicida por excelencia) y Fran (“me apunto a un bombardeo” por excelencia).
La ruta daba inicio bien prontito, a las 8:00 en dirección a Matadepera, que pronto dejamos atrás y seguimos remontando la riera por el lado izquierdo. Justo antes de cruzarla hacia la derecha, adelantamos por inercia a un grupo de 4 bikers, de los cuales 2 de ellos, heridos en su orgullo, lanzan un ataque por sorpresa mirándonos desafiantes al adelantarnos, al que nosotros, con todo lo que nos queda por delante, hacemos caso omiso.
Efectivamente, el calentón de los máquinas, les duró hasta la carretera que al cruzarla, nos dirigía al último tramo de sendero antes de iniciar la subida por Les Pedritxes, en dirección a la pista que conduce hacia el Pou de Glaç. Como la subida inicial al Pou de Glaç de de esas que hacen bastante pupita, decidimos que cada uno subiera a su ritmo hasta la bifurcación que marca el inicio de la subida al Pou y el inicio del descenso hacia la Pastora. MAD y Fran enseguida se marcharon por delante y consiguieron la suficiente ventaja como para sacar la cámara, tomar posiciones estratégicas y efectuar la siguiente grabación (Una vez más, lamentar que las imágenes con consigan reflejar la dureza de la subida…)
Seguimos subiendo hacia el Pou de Glaç por un sendero de piedra suelta, donde la imposibilidad de coger ritmo, hace que solo se puede subir a riñonazo limpio y que te deja las piernas bien duras y calentitas calentitas. Nos habíamos pegado el primer calentón guapo de la jornada.
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Atentos a Adán y su posición de "Firrrrrrrmes!!!" |
Cuando vamos a reanudar la marcha, Nando empieza con su calvario mecánico particular de la mañana. No puede sacar limpiamente la zapatilla de la cala. Decide aflojar un poco los pedales automáticos. Para ello, se vale de una herramienta high-tech que, evidentemente, no soluciona nada.
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No hase falta desir nada más... |
Tras abuchearle adecuadamente, nos damos cuenta de que nos se acerca otro grupo de bikers. MAD, acertadamente dice: “Vámonos de aquí, que parece que estemos haciendo cruising…” Despelote general…
Como podéis ver, el C.C. Maco es un club donde nos esforzamos por estar siempre a la vanguardia de la modernidad. Temas como el “Glory Hole”, el “Cruising” o el “Swinging” no tienen secretos para nosostros…
A partir de este instante, nos adentramos en lo que es el platazo fuerte de la salida. Tenemos kilómetros y kilómetros de senderos y trialeras por delante. Aquí son Adán y Fran los que se marchan por delante, mientras que MAD prefiere ser más prudente y Nando bastante tiene con no rallarse demasidado por culpa de esa maldita cala. Incluso llega a enloquecer y a perder completamente el sentido de la orientación, ya que en mitad de la jungla en la que nos encontramos y con el asfalto más cercano a bastantes kilómetros de distancia, osa asegurar: “A la que lleguemos a una carretera, me voy hacia Terrassa”. Adán y Fran se miran con complicidad y deciden ocultarle a Nando la amarga verdad, que es que no tiene escapatoria.
De entrada circulamos por sendero estrecho sin complicación alguna, más que no pegarte una nata mientras cotemlplas embobado la majestuosidad de las vistas que la naturaleza nos ofrece. También toca hacer algún tramo a pie en subida, pero la verdad es que son mínimos.
Estamos llegando al principio del fin de Nando. Un tramo técnico, hace que nuestro héroe pierda momentáneamente el control de la bici y se precipite hacia un árbol milenario a la izquierda del camino. De manera incomprensible, Nando rebota contra el árbol y sin caerse de la bici, hace una diagonal perfecta hacia la derecha, donde le espera otro árbol milenario contra el que se también se empotra. Y aquí se obra el segundo milagro, ya que Nando vuelve a ser escupido y devuelto al sendero sin besar el suelo. Según palabras de MAD, que circulaba detrás de Nando y contempló estupefacto toda la concatenación de piruetas, “El tío parecía un Pinball”.
Comprenderéis que llegados a este punto, la euforia desmedida se apodera de Nando, que en un arrebato de insensatez y de necesidad de liberar adrenalina, olvida sus problemas mecánicos y grita al viento la siguiente andanada: “¡¡¡Barrancos a mííííííííí!!!!
Qué necesidad había de llamar al mal tiempo… Es decir eso e iniciar un tramo de sendero súper estrecho en el que vamos apartando vegetación con los hombros. Fran, que va abriendo la marcha, oye que por detrás Nando (que va cerrando el grupo) grita: “¡¡¡No veas qué sendero más estre…!!!” Seguido de un ¡¡¡”Uyuyuyuyyyyyyy…”!!! y un “¡¡¡Argggggg!!!” para rematar…
Paramos unos metros más adelante a esperarle. Nando no viene. Empezamos a comentar todas las anécdotas que llevamos hasta el momento. Nando sigue sin venir. Le llamamos a gritos. A lo lejos, se oye una especie de voz que grita/masculla algo ininteligible. Adán sale escopeteado temiéndose lo peor. El resto le seguimos. Cuando llegamos adonde Nando se ha dejado los hocicos, la imagen que contemplamos es de esas que uno tardará en olvidar…
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Nando y su peculiar estilo de aparcar la bici |
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Todavía riéndonos de la torta de Nando... |
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...de camino a recoger las bicis. |
Tras recrear debidamente el momento, seguimos adelante hasta llegar a la bifurcación que conduce a Mura.
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Ese pivote vertical indicaba el camino... ¡¡¡Tela!!! |
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Solo un ejemplo de lo que se veía desde ahí arriba... |
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El camino estaba justo a nuestras espaldas... |
Obviamos el sendero que va a Mura y hacemos un descenso casi vertical por roca que nos lleva hasta otro sendero, donde Adán circula pegado a Fran. Ambos llegan a un punto conflictivo que Fran decide pasar por la izquierda… ¡Error! ¡Precipicio! Avisa a Adán de que vaya por la derecha, pero este va tan pegado a Fran, que no le queda otra que frenar casi en seco antes de tirarse por donde Fran le decía. Eso hace que la bici supere el escalón, pero se le quede clavada de delante… y Adán salga volando por encima del manillar con los brazos abiertos en busca de un árbol (milenario, por supuesto) al que abrazarse… Acaba de nacer el concepto “Saltamanillares” o en su defecto “Abrazamilenios”…
Pero la cosa no acaba aquí.
A continuación, un tramo casi vertical con raíces donde Adán casi emula la hazaña de Nando y que Fran baja haciendo lo que puede, mientras MAD lo graba todo y Nando pone los comentarios:
Los senderos y trialeras llegan a su fin y por fin podemos rodar con fuerza por pista ancha hasta llegar a Pont de Vilomara, donde aprovechamos para almorzar.
Cosas a destacar del almuerzo:
- MAD emulando al Vaquilla haciéndole un puente a la fuente del pueblo para sacarle agua.
- A Nado se le ha acabado el turrón... Carol, ya lo sabes...
- La coronación de Nando, que hablando de Michel Teló y del concierto del sábado en Barcelona al que MAD acudirá con su esposa, no duda de mostrar su hastío hacia el artista y mete la pata hasta la ingle, con un desafortunado “¡Pero adónde vas a ver al puto brasileño ese!” Nando, la esposa de MAD (brasileña) se muere por conocerte en la próxima MACOmilona…
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Reponiendo fuerzas con la fuente puenteada de fondo... |
Hay que volver a casa y el tramo que hay desde Pont de Vilomara es lo más duro de la jornada: 2Km. al 15% de media, casi nada y recién comidos. Superado el escollo, pista ancha por un tubo, hasta llegar a una curva donde se inicia el enésimo sendero/trialera del día. A destacar un tramo con un pedazo de salto entre piedras que solo Adán y Fran superaron montados en la bici, de esos que como te lo pienses, la hostia está asegurada.
Después de un tramo a través de un campo arado, retomamos de nuevo pista ancha durante unos kilómetros, hasta que nos metemos de pleno en la última dificultad técnica de la jornada, que cada uno superó como pudo, es decir, Fran bastante bien teniendo en cuenta que bajando es bastante justito, Nando y MAD caminando desvergonzadamente y Adán, que definitivamente no era su día (malas sensaciones toda la etapa causado en gran parte por un exceso de ropa), tirando de orgullo y sin poner pie a tierra.
Asistimos a las valoraciones post-trialeras:
¿Os creíais que el espectáculo Nando había terminado? En absoluto. En pleno descenso camino hacia Rellinars, bache que se come y cámara 29er de repuesto a tomar por culo. Tras buscarla un buen rato, hubo que darla por perdida y ponernos a rezar para que el chavalote no pinchara…
Desde Rellinars hasta la Casa Nova de l’Obac, nada destacable, salvo por el minutito que Fran le metió a MAD y los 8 que les cayeron a Nando y Adán. Bueno, eso y que Fran estuvo a punto de matarse. En concreto fue en el punto que conduce a cruzar la riera. Ese punto viene precedido por un sendero que desemboca en una roca con un doble escalón que se las trae. Fran, envalentonado por no haberse piñado en toda la mañana, decide jugársela. Salva en primer gran escalón, pero no controla la recepción y la bici se le va hacia la derecha, lugar donde el segundo escalón se convierte en un precipicio de metro y medio. Imposible frenar, así que Fran salta con el pie izquierdo en la cala, el derecho suelto y con la mano izquierda cogiendo el manillar para intentar aterrizar de una pieza, mientras que la mano derecha aletea en el aire intentando encontrar algo de equilibrio. Afortunadamente, consigue caer de pie y sin consecuencias. MAD, boquiabierto, manifiesta: “Te he visto bastante mal.”
En la Casa Nova de l’Obac, compromisos ineludibles hicieron que Adán se fuera por carretera hasta Terrassa. Nando no está por la labor de aceptar la oferta de Fran y MAD de subir el rampote de les Foradades y gozar con el último sendero de la mañana, y tras comprobar que la anchoa del culotte ha alcanzado ya cotas dramáticas, decide agachar la cabecica e irse con Adán, que no dejaba de insultarle por su cagalera final.
MAD y Fran se marchan xino-xano hasta el rampote de les Foradades, que sufrimos de lo lindo tras la paliza que llevamos en el cuerpo y donde MAD aprovecha para grabar a Fran en pleno esfuerzo.
Descenso vertiginoso y tras superar el depósito, cogemos un sendero espectacular a mano izquierda con un par de tramos técnicos que superamos sin problemas y que enlazamos con uno más discreto que nos lleva hasta Matadepera, momento en el que enlazamos con la carretera y nos dejamos caer hasta Terrassa.
Punto y final a la mejor salida del año.
Infinidad de anécdotas contadas, pero muchas menos que las que me habré dejado y que al menos espero que os haya puesto a todos los que no vinisteis los dientes tan largos, que pidáis a gritos repetirla en algún momento a lo largo del año.
De verdad, esta es de esas etapas que si no se vive in situ, no se aprecia ni se disfruta con la magnitud que se merece. ¡¡¡Inolvidable!!!