Terrassa-Can Déu-Puig de la Creu-Torrent de Can Sallent-Sobregrau-Ermita de St. Sadurní-Torrent de la Pinassa i de les Pujadetes-Els Plans-Sant Llorenç de Savall-Can Catafalc-Castellar-Terrassa
Datos de Interés
66,6Km.
1746m. de desnivel positivo acumulado
3h42m.
17,98Km/h de velocidad media.
Índice IBP: 119
Perfil de la Etapa
La Crónica
Para este domingo, Fran tenía preparada una sorpresa especial. Nada más y nada menos que la visita a la ermita de Sant Sadurní, cuyas vistas panorámicas desde sus 941 metros de altitud esperaba que no dejaran indiferente a nadie.
El objetivo del día |
Una vez saludados a los compañeros carreteros, la grupeta cinco estrellas enfilan sus burras en dirección a Can Deu cuyo descenso se convierte en un barrizal porcino ideal para que la 29er de Nando pierda su inmaculada pulcritud que nunca recuperará.
Acabado el descenso, giramos en dirección a Castellar, cruzamos el río sin problemas y
antes del inicio de subida a Castellar, Nando se detiene un instante con mala cara…
(Atención estómagos sensibles: El siguiente párrafo puede ocasionar lagartos)
Tose varias veces, traga mocos preparando un buen pollo y cuando lo tiene todo hecho una buena pelota, pega un lapo de esos que si te da, te salta un ojo. No contento con ello, prosigue la exhibición. Se tapa el orificio nasal izquierdo y suelta aire con fuerza por el derecho. Al instante aparece una liana de dos palmos de mocos, densa, con sustancia, que lejos de desprenderse de su nariz, se le queda colgando. Y cuando la liana se pone a pendular, la cosa adquiere tintes dramáticos… Nando no sabe qué hacer e intenta desprendérsela con las manos, con tan mala fortuna que media liana se le queda en los guantes y la otra media en la chaquetica… Una imagen para el recuerdo…
(Fin párrafo peligro lagarto)
MAD aprovecha la confusión/risas/arcadas provocadas por Nando y en el subidón que viene a continuación, lanza su primer ataque. Con un alegre pedaleo, se distancia unos metros de Fran, que sabiendo el festival de subidas que vendrán más adelante, decide no cebarse y mantenerle a esos 10-15 metros que son a la vez nada y todo un mundo.
Reagrupación en las calles de Castellar y a continuación, primer puerto de la jornada, el Puig de la Creu. MAD hoy va caliente y ya desde abajo, marca un ritmo muy exigente de subida. Nando aguanta el primer arreón e incluso se pone delante en algún tramo, pero pronto ve que esa guerra no es la suya y decide verlo todo unos metros por detrás. El desconocimiento de la ruta y el hecho de ir adelantando (mejor dicho, fulminando) a gente durante la subida, espolea a MAD, que lejos de proceder a regular, incrementa el ritmo de subida. Fran sigue a su rueda sin excesivas dificultades pero a la vez, sin posibilidad de tomarse un respiro. A mitad de subida, MAD pregunta: ¿Queda mucho? A lo que Fran responde: Vamos por la mitad. A MAD empiezan a entrarle las dudas de si se habrá cebado en exceso. Sin embargo, lejos de subir piñones, decide morir matando y no ceja en su empeño de ir saltándole las pegatinas a todo el que atisba en el horizonte.
Sin embargo, los últimos 500 metros del Puig de la Creu acaban pasándole factura. Las últimas rampas (las más duras) acaban por hacer que no pueda mantener la intensidad de la subida y cede. No así Fran, que conoce bien el puerto y ha podido guardar fuerzas para el final y consigue despegarse unos metros que MAD ya no puede recuperar.
Nando llega al cabo de un minuto y mientras esperamos a Adán y Coppi, va llegando la gente a la que hemos adelantado como aviones y notamos cómo alguna mirada dolida se nos clava en la espalda… Hay incluso uno que nos dice que quiere un motor como el nuestro, jojojo.
Pasados unos minutos llega Adán y a continuación Coppi, con muy buena cara y pidiendo más guerra. Dejamos el desvío a la izquierda que lleva a Sanlo y continuamos por pista ancha a la derecha para darle continuidad a la subida del Puig. Se trata en este caso de una subida más corta, pero con unas curvas en herradura que hacen las delicias de los presentes. Una vez coronamos, pista ancha a la izquierda e inicio del descenso “de los zorrillos”. Esta semana toca bajar lo que subimos la semana anterior. Si subirlo es chulo, bajarlo es la bomba. Tramos de piedra, tramos anchos, estrechos, algún escalón, alguna zanja… En definitiva, un descenso completito en el que Nando disfruta como un enano de las prestaciones de la 29er.
Mientras bajamos, adelantamos a un biker y empezamos a oír gritos/berridos/onomatopeyas que no acertamos a identificar. Dudamos de si será un jabalí al que están matando o algún otro biker dando rienda suelta a sus instintos más primitivos.
Seguimos bajando y damos caza a otro biker… Nando se sitúa a su rueda y de repente, sin venir a cuento, el biker empieza a emitir sonidos guturales cavernícolas que disipan las dudas que teníamos acerca de la procedencia de los mismos…
A Nando estos comportamientos le desatan su “instinto Pepe” interno y decide adelantarle para evitar posibles marcas de neumáticos en cuello ajeno, tarjetas rojas directas y pedaladas de suspensión.
Sin embargo, la suerte le es esquiva. Cuando le está adelantando, el Troglo-biker se encara con Nando y vivimos el siguiente esperpento:
(Troglo-Biker gritando) “¡¡¡EHHHHH!!!” “¡¡¡EHHHHH!!!”
Nando le mira sin entender nada.
(Troglo-Biker insiste) “¡¡¡EHHHHH!!!” “¡¡¡EHHHHH!!!”
Nando sigue sin entender…
(Troglo-Biker indignado) “NO DICES NADA, ¿EH? ¿NO DICES NADA O QUÉ?”
Nando ya no sabe dónde meterse…
(Troglo-biker tras parpadear un par de veces) AH, PUES NO… NO ERES TÚ…
Nando pone cara de terror cuando ve que Troglo-Biker le echa mano al hombro en plan colega y le dice: “¡¡¡PERO SI NO ERES TÚ!!! ¡¡¡YA DECÍA YO, JEJEJE!!!
Finalmente, Nando consigue desprenderse del abrazo mortal de Troglo-Biker y llegamos al enlace con la pista ancha que nos lleva a otra de las subidas más duras de la mañana. Se trata de la subida de las madres (no preguntéis), cuya ascensión incluye auténticas paredes de esas que hacen que sientas los pulmones rozando la campanilla y te acuerdes de... Pues de qué va a ser, de la madre del que te ha metido ahí...
Aquí ya hace rato que hemos descartado las heroicidades y subimos a marcheta exigente pero sin alardes.
Llegamos a un tramo de enlace por la carretera que baja hasta Gallifa para, tras pelarnos de frío, iniciar el verdadero ascenso del día, la subida a la ermita de Sant Sadurní, 6Km al 5,7% de media.
La subida es muy agradecida, sin porcentajes elevados pero sin descanso, de esas que tienes que encontrar tu ritmo crucero y hasta arriba. A falta de unos 500 metros para el desvío que lleva a la ermita propiamente dicha, Adán sufre un pinchazo sin consecuencias más que el pequeño retraso que ocasiona. A partir del desvío, el camino se estrecha y se endurece considerablemente, con una última rampa con el firme en mal estado que supone el calentón final antes de la recompensa en forma de vistas que nos depara el lugar.
Aquí aprovechamos para almorzar, descansar y hacer un poco el chorra, como podéis observar a continuación.
Coppino en plan Superman... |
MAD encandilado con las vistas |
Coppino seguía a lo suyo... |
Vistas espectaculares... |
A punto de hincar el diente... |
Plátano a punto de recibir una felac... Perdón. Nando desayunando... |
Coppino estaba imparable... |
Tras es desayuno, reanudamos la marcha para enfrentarnos a la última subida del día, por cierto durísima, por un camino bastante roto y blando que la endurece aun más, que cada uno supera como buenamente puede. A partir de este instante, da inicio un descenso vertiginoso de casi 11Km. que nos lleva hasta las calles de Sanlo, donde llegamos con los brazos muertos por el esfuerzo y la tensión de la bajada.
Coppino tiene problemas con la cadena y decide volverse por carretera. Adán y Nando se suman a la propuesta y se despiden de MAD y Fran, que siguen su camino por la ruta de los “muñequitos”. Ni que decir que en cuanto se quedan solos, se inicia un ritmo "asesino" que les lleva en un suspiro hasta Can Cadafalc y el posterior descenso del Puig de la Creu hasta Castellar por la vía tradicional en plan kamikaze (hasta un par de motos las pasaron canutas para adelantarles en plena bajada), a punto hace que Fran se coma un 4x4 que subía tranquilamente.
Con el tiempo echándoseles encima, MAD y Fran deciden volverse por carretera. Fran lleva el peso de la marcha, pero MAD, pletórico toda la salida, concede unos relevos poderosos que hacen que la media de la salida se dispare. Y a la altura de Can Font... La puntilla.
A lo lejos divisan una silueta conocida... No puede ser... Sí... Sí que es... ¡¡¡Adán!!!
Automáticamente, se activa el Hunting Mode o Modo Cacería con un único objetivo: Arrancar pegatinas.
Fran se lanza a por todas, dando todo lo que le queda. Siente que MAD aguanta la rueda y ambos superan a Adán sin contemplaciones, eso sí, saludándole cortesmente.
A lo lejos, otra silueta... Coppino. La consigna está clara... A por él. Fran aprieta los dientes e incrementa el ritmo. MAD ya no viene. Sus piernas han dicho basta. Fran se lleva por delante a Coppino, eso sí, saludándole también cortesmente.
A los que no saluda cortesmente es a tres carreteros ofendidos por verse superados por una Mountain Bike, que posteriormente casi mandan a la cuneta a MAD, cuyo gran delito había sido adelantarles...
Y alo lejos, otra silueta... Nando. Sin embargo, ya casi estamos llegando al desvío a Matadepera y justo cuando Nando se para a esperar al resto, Fran le pasa por el lado a gran velocidad, eso sí, saludándole cortesmente.
Llegada en solitario a Terrassa, mirada hacia Can Petit en busca de los Macos carreteros, pero ni rastro de ellos... Tampoco hubiera habido tiempo para la cervecita de rigor, así que habrá que recuperar las Estrellas perdidas en próximas salidas.
Esta fue la caña.
PD: Se avecina la Etapa Vilomara. ¡Quedáis avisados!