martes, 30 de octubre de 2012

Crónica 28/Octubre/2012

La Etapa
Terrassa-Can Torres-Les Arenes-Can Catafal-St. Feliu del Racó-Can Déu-Terrassa

Datos de Interés
42,6Km
1180m. de desnivel positivo acumulado.
3h01m.
14,13Km/h de velocidad media
Índice IBP: 83

Perfil de la Etapa










La Crónica 
Muchos cambios de un año a otro en el seno del C.C. Maco. Si el año pasado éramos una nutrida representación en la Montserratina para despedir el año carretero, este año ha sido todo lo contrario. Ha bastado que Jacinto decidiera contratar los servicios de un Entrenador Personal (a partir de ahora, EP), para sembrar el pánico entre la plana mayor y los gallos del equipo e irse en solitario a batirse en duelo con otros miles de ciclistas. Según sus propias palabras, Jacinthor (Efectivamente... Jacinto + EP = Jacinthor) no tuvo misericordia alguna y afeitó a todo aquel que se le cruzó en su camino, a excepción de un único tío, que le pasó "como un avión". Amigos, me temo que dicho avión no era otro que Ibon Zugasti, así que Jacinthor, tranquilo. El amigo Ibon juega en otra liga...

Pese a los intentos desesperados de Mechanic por echar abajo la salida BTTera, con calumnias y difamaciones infundadas hacia Fran, la promesa de éste de diseñar una etapa variada, suave y a ritmo tranquilo, consiguió congregar a Patrón, Vendi, Adán y a 4 amigos de Vendi, que debutaban en una salida con nosotros. "Problemas mecánicos" dejaban a MAD en tierra, lo cual genera todo tipo de especulaciones... ¿Se le había quedado atrancado el juguetito? ¿Hasta que no se le acabaran las pilas, los doctores no podían abrir e intervenir? ¿Las pilas eran alcalinas?
Nando por su parte, le ponía la guinda a una semana de empanada al más puro estilo Nando, quedándose sobado y teniendo que pegarse un buen calentón para pillarnos.

Resumiendo, que entre pitos y flautas, un cuarto de hora bien bueno esperando para salir, tiempo que cada uno mató como pudo, y más teniendo en cuenta el tiempo que hacía...

Patrón, haciendo el bailecito de la toalla...
Uno de los nuevo, "enchegándose" un cigarro...
Y el resto, posando junto al Patrón, que estaba en todos los fregaos...

Pero antes de salir, momento de gloria de Fran. Sin venir a cuento, le comenta al Patrón... "Como se nota que hace un frío que te cagas... La señora del balcón ya no sale a chillarnos, jojojojo..."
En ese momento, una mujer que estaba a tres metros de nosotros paseando a un perro, se le queda mirando y le dice "Majo, la señora del balcón soy yo..."
¡¡¡Tierra trágame !!! Menos mal que no habíamos dicho ninguna barbaridad... Al instante, Fran recupera la compostura, tira de cámara e intenta fotografiar a la señora rodeada de la tribu Maco, a lo que la señora, con buen criterio, se niega en redondo y huye despavorida... Ay señora... Si llega a estar el amigo Tadeo, le aseguro que la próxima vez que nos viera desde el balcón, sería al grito de "¡¡¡Ese Maco, ese Maco, eh, eh!!!"

Tras todos estos acontecimientos, por fin encaramos nuestras bicis hacia Matadepera...

Y digo yo...
¿Mompalet no debería leerse sin girar la pantalla?
Por el atajo que conduce a la riera...
Al llegar a Matadepera, iniciamos la subida a Can Torres y unos de los nuevos y Vendi se marchan por delante, mientras Fran se queda protegiendo al Patrón. A los 3 metros de subida, Patrón le hace el gesto a Fran de "No voy, no voy, tira tú" y Fran tira hacia adelante en busca de los dos fugados. Pronto enlaza y decide pegar un arreón para llegar a la curva cerrada de derechas con suficiente distancia como para echar unas fotos...

Retorciéndose con clase...
Al llegar a Can Torres, primera sorpresa. El nuevo que iba delante, dice que se pira a su casa. Pese a que son las 9 de la mañana y no llevamos ni media hora de ruta, alude a compromisos familiares y se va por donde ha venido. No entendemos muy bien qué ha pasado o si le ha podido molestar algo, pero bueno, el resto seguimos adelante.
Antes del inicio del descenso hacia Les Arenes, Nando nos da caza por detrás (en el buen sentido) y empezamos a bajar. Por delante se escapan Paco y el Patrón y tras pasar el tramo de sendero donde Alonso se dejó los hocicos a principio de temporada, volvemos a reunificarnos a pie de carretera.


Corriolejant per Les Arenes...
La subida hasta el desvío hacia Sanlo la hacemos a ritmo tranquilete, pero lo bastante exigente para que los Macos exhiban su poderío ante los nuevos. Pequeña partida de caja al recordar el intento de Strike de Coppino al cruzar el río el día de la nevada...
Tras la enésima reagrupación, Vendi, Nando, Patrón y Fran deciden ir hasta Can Cadafalc y luego lanzarse trialera hacia abajo, mientras que Adán y los nuevos, optan por la bajada hasta Castellar por pista.

El tramo de enlace hasta Can Cadafalc es muy rodador y podemos poner un ritmo guapo, que nos planta ante los caballos, en menos tiempo del previsto.

La destreza de Nando, consigue ocultar los caballos de detrás...

A partir de aquí, empieza lo bueno. Sendero larguísimo donde poner a prueba la pericia de Patrón y Vendi, además de aprovechar para ver el comportamiento de las 29ers en este tipo de terreno.
Paco se pone delante con Patrón a rueda y el descenso no tiene desperdicio... Bajar una trialera con el Patrón de trás es toda una experiencia. Esta es una recopilación de alguna de sus perlas:
"¡¡¡No veas, cómo baja Paco!!!
"¿¿¿Pero por dónde cojones meto la bici entre tanta piedra???"
"¿¿¿Pero ande vas por ahí???"
"¡¡¡Dios mío, qué dolor de brazos!!!"

Pero es ya cuando ha pasado lo peor y Fran baja la guardia, que el instinto depredador del ciclista campeón

de antaño hace acto de presencia...
Con el final del sendero en ciernes y casi vislumbrando ya la pista ancha, Fran se equivoca de camino y es cuando Patrón ve su momento. Se baja de la bici, esprinta unos metros hacia atrás para pillar la trazada buena y al grito de "¡¡¡A ver si me pilláis ahora, mamones!!!" recorre como una exalación los últimos 30 metros de sendero hasta llegar a la pista. Cuando está a punto de levantar los brazos para cantar victoria, ve que el sendero acaba en un cortado y con buen tino, decide no soltarse del manillar.
Hubiera tenido gracia ver la recepción del salto, con los brazos en alto celebrando el triunfo...
Yo digo que la fila de arriba de dientes, no le queda ni uno...

Abajo acaba de llegar la otra grupeta capitaneada por Adán y todos juntos de nuevo, hacemos el tramo por carretera hasta Sant Feliu del Racó. Vendi pone punto y final a su salida y se vuelve por carretera para atender a compromisos familiares ineludibles.

Me duele atizarle al restaurante de Sant Feliu, que ha sido testigo de algunas "celebraciones" antológicas, pero el domingo no fue su día. No quedaban butis, no quedaba panceta y al parecer, no habían oído hablar de raciones de choricillos cortados... "Tú te confundes de restaurante", nos llegó a decir uno de los camareros...
A todo esto, Alonso (el matao, el de la F1, no nuestro querido Mechanic) estaba dándolo todo y hacía las delicias de algún que otro cliente...

Que cada uno piense lo que quiera, pero...

Mientras tanto, nosotros a lo nuestro...

Macos = Cerveza. Resto = Coca-Cola.
Y de colofón, una flor...

Arte y alcohol fusionados...

Tras pagar 8 euros por barba (¡¡¡Sí!!! Se puede desayunar y beber sin que te abran en canal), decidimos volver por carretera hasta Castellar y luego empalmar todo el tramo llano hasta la subida a Can Déu.

Al pasar el río, advierto a la gente que se ande con ojo, porque en ese mismo punto fue donde Vendi decidió sumergirse una fría mañana de invierno, ante la fila de coches que esperaba al otro lado para poder pasar, y que no pudo hacer otra cosa que aplaudir la plasticidad del ejercicio de Vendi...

Un paso previo...
Visto desde delante...
Vendi's Pool
Nadie se piñó... Otro día no aviso...
En el tramo rodador, el pobre Patrón empieza a acusar el esfuerzo y la pierna derecha empieza a lastrarle. La subida a Can Déu es la puntilla. Fran decide pegarse el único calentón de la mañana y sube el tramo duro a saco, también para ver el comportamiento de la 29er (sensacional).
A continuación llegan Nando, Patrón y Adán y el resto de amigos y con toda la faena hecha, vamos hacia Terrassa. Sin embargo, antes de llegar, debemos sortear un tramo de Caza y Captura del Jabalí e ir un tramo por carretera que acaba de matar al Patrón, quien entrando a Terrassa, ya no agunata más y masculla un "¡¡¡Por Dios, que me aputen ya la pierna!!!" que hace que casi se nos salten las lágrimas (de risa, por supuesto).

Patrón chuleta y Adán que parece que se esté comiendo un gas...
Amputación... ¡¡¡YA!!!

Buen inicio de temporada BTTera. Había ganas ya de catar bosque y la ruta fue lo suficientemente atractiva para que hasta los carreteros gozaran de lo lindo.
Se atisba una temporada de invierno de lo más movidita.
Al tiempo...

viernes, 19 de octubre de 2012

Bicicims 2012 Larga

La Etapa
Manlleu-Bellmunt-Tosca dels Degollats-La Salgueda-La Vola-Coll de Bracons-Joanetes-Hostalets d'en Bas-Coll de Sant Crist-Pla d'Aiats-Cabrera-Campamar-L'Esquirol-Manlleu

Datos de Interés
84,78Km.
3265m. de desnivel positivo acumulado.
7h28m
11,61Km/h de velocidad media
Índice IBP: 237

Perfil de la Etapa










La Crónica
El año pasado ya me quedé con las ganas de hacer la Bicicims, pero se puede decir acabé la Selénika asqueado de bicicleta y decidí poner punto y final a la temporada en cuanto crucé la linea de meta.
Esta año ha pasado justo lo contrario. El no haber podido hacer la Selénika la semana anterior debido a que la peque se puso enferma, me había dejado con ansia de bici. Sin embargo, la cosa tampoco pintaba demasiado bien, ya que fue ponerse buena la peque y ponerse malísima la madre, con lo que hasta prácticamente la noche de antes, no vi claro que podría hacerla.

Para locuras de este tipo, no hay muchos más Macos locos que tengan lo que hay que tener para apuntarse. De hecho, al final solo me secundó el único que ha estado a mi lado en todas estas barbaridades que solo a mí se me ocurre hacer, el gran MAD. Que le digo de hacer una Brevet de 300Km., se apunta. Que le digo de hacer una Pedals Non Stop el año que viene, se apunta. Que le digo de apuntarse a esta carnicería cuyo sello de identidad es cargar con la bici al hombro más de una hora, jugándote el pellejo escalando montañas, se apunta. Rinde incluso en juergas nocturnas, señores. Es una máquina. Crack de día y crack de noche.
(Anda que no te quejarás, que no veas si te estoy dando jabón, ¿eh??

Como su nombre indica, la Bicicims es una mezcla entre ir en bici y hollar cimas. En su página web, destinan su prueba a ciclistas de nivel alto/muy alto, amantes de la naturaleza y personas aventureras y arriesgadas. Bien, otra posible definición sería excursionistas de nivel medio y que no les importe echarse a la espalda durante un par de horas, una bici de más de 10 kilos. Pero bueno, no se puede negar que no engañan a nadie y que los que allí asistimos, sabíamos perfectamente a lo que íbamos y lo que nos esperaba por delante, una de las pruebas más duras de estas características.

Llegamos bastante antes de lo previsto y casi que ni estaba puesta aun la carpa donde había que recoger los dorsales. Con toda tranquilidad, montamos las bicis, acabamos de vestirnos y preparamos todo lo que podríamos necesitar en ruta.
Poco a poco, fuimos congregándonos los 100 locos que íbamos a tomar la salida y a eso de las 07:30, ya pudimos retirar nuestro dorsal y el libro de ruta para aquellos que no dispusieran de GPS. Por cierto, un libro de ruta la mar de currado, la verdad. Acostumbrados a pedaladas masificadas, aquí todo era como muy familiar, todo iba más despacio, con mucha parsimonia. Sin embargo, a la gente de la organización se la veía como estresada, incluso un pelín desbordada. Todo tiene su explicación. Según comentaban, el año pasado acudieron a la cita unos 50 bikers. Este año habíamos cubierto el cupo máximo de 100, así que es lógico que la gente fuera un poco de culo. Sin embargo, hay que decir que la amabilidad y simpatía fue máxima en todo momento. 

MAD, cortejando a la organización
Poco antes de tomar la salida.





Ya llevamos unos años asistiendo a marchas y eso hace que, poco a poco, siempre te encuentres con amigos con los que has coincidido en otras ocasiones. Esta vez no iba a ser menos y allí me encuentro con Xavi, el que fue mi compañero en la pasada Pedals de Foc Non Stop y con Ada y Santi, otros rockeros de la BTT que no se pierden ninguna fiesta, las bestias pardas de los Independents de Torelló, Oriol Colomé de Bicis Esteve, etc...

Con Xavi, mi compañero de habitación de la PDF
Foto familiar antes de la salida. Otra tradición de la Bicicims.
Por fin hace su aparicion estelar el coche de los Mossos, que nos llevará hasta la salida del núcleo urbano de Manlleu. Poco después de las 08:10, el coche de los Mossos se contagia del espíritu Bicicims y tras encender las luces de persecución, quema neumáticos durante un par de segundos y se pira derrapando a toda leche. Literal. Si lo engancha otra patrulla, lo multa fijo.

Jojojo... A la cabeza del pelotón...
Escapados de salida...
MAD y yo salimos a rueda del coche patrulla y al girarnos, vemos que vamos solos. La peña suda olímpicamente del calentón inicial. Entramos en la primera pista del día y seguirmos en solitario. No entendemos nada. El terreno ya pica hacia arriba. Yo voy siguiendo fielmente el track y llego a un primer punto en el que abandono el asfalto para hacer un pequeño "recto". MAD me sigue y pronto vemos que hemos hecho el primo. El resto de gente ya se conoce el camino, ha seguido la carretera a toda leche y para cuando volvemos a enlazar con la carretera, ya nos han pasado unos cuantos aviones.

En St. Pere de Torelló, más de lo mismo. El track me mete por una calle a la izquierda y veo que todo el mundo sigue recto. Más adelante y tras un buen rampote, enlazo con los que han atajado siguiendo recto (MAD entre ellos). Poco después da inicio el primer puertarraco del día, la ascensión al Santuari de Bellmunt. Desde el pueblo, son casi 7Km. por carretera asfaltada al 9,4% de media, de los cuales, los 2 primeros se hacen relativamente bien, y a partir de ahí, la cosa siempre se mantiene sobre el 13% salvo en alguna excepción, hasta llegar al aparcamiento. A partir de ahí, la puntilla la ponen los últimos 400 metros al 23% de cemento rallado que conducen hasta el Monasteri.
Como siempre, pongo mi marcheta crucero y veo que MAD se mantiene siempre a escasos metros. Parece ser que su semana mega-intensiva de entrenos está dando frutos. Sin embargo, a falta de 2Km. le pierdo de vista. No sin esfuerzo, logro coronar y me paro a beber algo en el primer avituallamiento.

Coronando y directo al avituallamiento...
Coronando y directo a las escaleras...
Tras coronar, empieza la otra Bicicims. Tramo de escaleras en bajada y primera vez que me echo la bici a la espalda. Poco después da inicio uno de los muchísimo senderos que transitaremos durante el día. Bajada estrechita, algo técnica, pero que se puede hacer sin problemas y en la que nos hacen fotos tan espectaculares como estas...

Disfrutando como enanos...
Cómo bajaba MAD, amigos..
Superado este primer escollo se van sucediendo los tramos de sendero y pista, que nos llevan por la Tosca de Degollats y que culminan con la subida al Coll de la Salgueda por pista bastante ciclable. Una vez arriba, nos metemos por un prado en el que nos encontramos tumbada a la bartola y disfrutando del día a la pobre Ada, que aun no ha conseguido recuperarse de su esguince en la Iron Bike de este año y que se entretiene animando a todos los que por allí pasamos y echándonos fotos.
Tras el descenso, llego a un tramo en plan esplanada donde no veo salida... Es lo que tiene la Bicicims, que en cualquier momento puedes verte obligado a "abrir camino". Y como a lo lejos se divisa un camino, pues lo más fácil es llegar a él en línea recta, aunque eso conlleve abrir camino a machetazo limpio...
Tras la consiguiente sollada por cortesía de la densa población de espinos que atravesamos con orgullo, breve tramo de carretera y llegamos a la bifurcación entre ruta larga y corta. Aquí me vuelven a apuntar el dorsal, aprovecho para beber algo y seguir adelante. Pese a la tralla que llevamos encima, a esta alturas de la película la cosa no era tan dura como la pintaban. Ciclistas con los que iba coincidiendo, hablaban de que lo peor estaba por venir y cuando yo les decía "Sí, las escaleras de Cabrera", ellos me decían "No, más bien El Sant Crist i el Calvari"...

MAD dándolo todo...
Alguno de los alegres senderitos...
La Tosca de Degollats
Tras tomar el desvío hacia la ruta larga, empezamos el ascenso al Coll de Bracons, coll que yo había subido previamente por carretera en un par de ocasiones durante la Terra de Remences, pero por la otra vertiente. Subirlo por pista también tiene su gracia, no os vayáis a creer, pero las magníficas vistas que ofrece así como el resgurado que ofrecen sus bosques, hacen muy amena la subida.
Al llegar arriba, superamos una concentración de coches aparcados y enseguida tomamos una pista de bajada a la derecha alucinante, que nos lleva hasta la carretera que va a Joanetes y porsteriormente a Hostalets d'En Bas y su enésimo control/avituallamiento (¿Cuántos avituallamientos hubieron en toda la ruta? ¿6, 8? ¡Qué barbaridad!).

Con buena cara, antes de lo peor...
Con cara regular, antes de lo peor...
Salgo del avituallamiento y me uno con un chico con un maillot del BiciEquip que corre Copa Catalana y que me dice que le han comentado que lo que nos espera a continuación es una preciosa excursión a pie.
Efectivamente, a la que abandonamos la carretera, nos metemos por una especie de sendero/pista por el que, en un principio, se puede ir encima de la bici. Sin embargo, pocos metros más adelante, el camino se llega de escalones de piedra complicados, junto con un desnivel considerable. El camino andando, sin embargo, se hace ameno en compañía del otro chico. Vamos explicándonos batallitas que hemos vivido durante la temporada a la vez que ascendemos, cada vez más despacio, ya que la caminata empieza a ser considerable. De todas formas, repito, tan solo es una caminata. Escalar vendría después.
Pero antes... ¡¡¡Otro avituallamiento!!!
A este llegamos ya un poco calentitos y nos paramos tranquilamente a comernos una buena butifarra, sentados en unas sillas que ponen a nuestra disposición. Por detrás llega un grupo de 4 ciclistas más, entre ellos Santi, uno que lleva un conjunto tremendo de preso a rayas blancas y negras y otro chaval al que comentan que "se le han salido los músculos del codo" (¿¿¿???) Yo le miro y la verdad es que en ese codo se apreciaban formas y bultos muy extraños.

MAD ensañándose con algo mientras la voluntaria mira perpleja...
¡¡¡El control de las butis!!!

Tras ponernos ciegos comiendo, los seis retomamos la ruta. Todo va bien por pistas súper chulas por donde se puede rodar fino, hasta que el Garmin me marca que debo abandonar la pista principal e irme por campo a través. Miro a lo lejos y no veo rastro de camino alguno. Ante mí lo único que tengo es la ladera de una montaña...
Evidentemente, por ahí no hay quien cicle y veo claro que está a punto de iniciarse "La Otra Bicicims".
La subida al Sant Crist o "El Calvari", se trata de una subida al más puro estilo montañero, de esas que necesitas las manos y los pies para ir trepando. ¿Que cómo lo hacíamos para subir con la bici? Fácil. Buscándonos la vida, jojojojo.
Había tramos de primero encaramar la bici y luego subir tú y luego otros de los de girarse para coger la bici de más abajo, pero la mayoría se podía hacer a base de pasos cortos y escalones bestias y con la bici a cuestas.

The beginning of the end...
Por aquí aun se podía tirar de la bici...
Por aquí ya costaba un poquito más...
El Sant Crist fue un auténtico infierno...
Lo bueno que tiene subir tan arriba, es que pocas veces puede uno disfrutar de vistas tan espectaculares como las que se podían divisar desde el Pla d'Aiats. Y si hay suerte y la bajada es estrechita y ciclable, entonces la diversión está más que asegurada.

Allí a lo lejos empezaba la bajada...
Como he dicho, vistas espectaculares...
Ya solo nos quedaba por delante las temidas escaleras de Cabrera, que visto lo visto, se nos antojaba bastante más fácil que lo que acabábamos de subir. Sí, son escaleras, pero al menos se puede ir agarrado y se puede mantener el equilibrio, que no es poco.
Antes de iniciarse el tramos de escaleras... ¡¡¡Otro avituallamiento!!! Aquí Santi y otro chico ya van por delante y en mi grupo quedamos el preso, el lesionado, el de BiciEquip y yo.
El preso y el lesionado se ponen a subir escalones pero tienen que ir parando cada pocos metros, lo que no ocasiona un tapón al resto. Al final, me canso más parado a que arranquen, que subiendo sin parar y les pido paso. Sin nadie por delante, puedo subir bien todos los escalones hasta arriba sin parar.
Arriba de todo, unos excursionistas me felicitan y llego por fin al monasterio.

¿Veis el caminito hasta el monasterio?
Para ir calentando...
Rocky estas no las sube...
Alejándonos del monasterio...
Pero no acaban aquí las aventuras... Ni las escaladas... Tras el cresteo que veis en la última foto, viene un tramo de saltos al vacío con argollas en las rocas como punto de apoyo que no tiene desperdicio... Y para rematar, una especie de via ferrata en la que vas agarrado a un cable metálico que han puesto en la roca, para que no te precipites al vacío...

Este, de camino a buscar su bici...
El maquinón... Oriol Colomé...
Una vez en tierra firme, ya lo que nos quedaba era coser y cantar. Pongo la directa y en el último avituallamiento del día, me encuentro con Santi, con el que hago lo que queda de ruta. Vamos en plan cacería, sabiendo que la cosa ya pronto se acaba. Aprovechamos para comentar cómo ha ido la temporada, cosa que hace que nos relajemos tanto, que la caguemos un par de veces a la hora de decidir el camino a seguir. La marcha está prevista a 83Km. Sin embargo, mi Garmin pasa de los 82Km y yo no veo Manlleu por ningún lado. La última parte del recorrido me recuerda al territorio de los Monegros, hasta que por fin, cuando supero los 84Km. nos encontramos circulando por las calles de Manlleu.

Uno de los últimos senderos...
Lanzados hacia Manlleu...
Entrada triunfal en la plaza desde donde hemos tomado la salida casi 8 horas antes y la antítesis de lo que suelen ser este tipo de llegadas. No hay ni arco de meta, ni tumultos, ni ruido ensordecedor. Todo es mucho más acogedor. Una mesa con frutos secos, tartas (y qué tartas, señores, riquísimas!!!!!!) y bebidas y tres voluntarios súper amables interesándose por cómo había ido todo.
Aparte, 7 u 8 ciclistas que habían llegado antes que nosotros y amigos y familiares de los que aun estaban por llegar.

Disfrutando del bien merecido descanso, la valoración inicial es que la ruta ha sido durísima y que quizá se habían excedido en los tramos a pie. Por lo que comentaba la gente, los últimos años no había sido tan dura e incluso había quien decía que en alguna edición, el único tramo no ciclable de subida era el de las escaleras de Cabrera y que este año, habían querido volver a los orígenes...
Yo no podía evitar parar de pensar en MAD y en el calvario que tenía que estar pasando. Poco amigo de las bajadas técnicas y ciclista eminentemente pistero, madre mía en el embolao que lo había metido.
Con los allí presentes estaba intentando evitar el rosario de insultos que me dedicaría a su llegada, cuando de repente, le veo llegar. Efectivamente, viene muerto. Perdón. Sollao y muerto.

Lo que quedaba de MAD...
La mirada que me dedica, lo dice todo. Y ya cuando se me acerca y me dice "He pegado dos vuelos espectaculares." ya no sé dónde meterme, jojojo... El tío viene que parece que lo hayan manteado, destruido, roto.
Yo tampoco estoy para tirar cohetes, de hecho, al día siguiente me aparecen unas agujetas como nunca antes había tenido, y que hacen que camine como si me hubiera dejado la poca hombría que me queda, por esas colinas perdidas de Osona.

Como siempre en estos casos, el paso de los días hace que uno vaya asimilando poco a poco lo que ha hecho y que vaya borrando los malos momentos y las penurias y solo perduren las sensaciones de satisfacción y orgullo por el reto conseguido. Creo que no hay mejor manera de concluir el calendario de pedaladas de la temporada... o sí...

Resumiendo... ¡¡¡Ya queda menos para la BICICIMS 2013!!!