martes, 28 de junio de 2011

Pedals de Foc Non Stop 2011 (Nudo)

Datos de Interés:
219Km.
6500m. de desnivel positivo acumulado
13h34m44s
16Km/h de velocidad media.
Indice IBP: 431 (o lo que es lo mismo, 2 Quebrantahuesos, 2,5 Selenikas o 4 Monegros)

Perfil de la Ruta:










La Crónica:
03:30h. Suena el móvil. Saltamos de la cama como resortes. Ha llegado el día.
Miro por la ventana. En Vielha la noche es cerrada. Las calles están iluminadas por la luz anaranjada de las farolas, lo que les da un aspecto bucólico encantador, precioso.
Temperatura fresca, unos 9º pero dicen que hará mucha calor. Decido salir de corto y con manguitos.
Bajo a desayunar. Es complicado deshacer el nudo que tengo en el estómago cuando tan solo son las 04:00, pero hay que comer como sea. En el comedor no se oye mucho jaleo, todo el mundo concentrado ante lo que se avencina. Subo por última vez a la habitación, consigo aligerar algo de peso tras el paso por el lavabo, cojo el Camelback, bajo a por la bici y me encamino a la salida. Llego a las 04:45, todavía no hay mucha gente. Veo la cámara de TV3 que cubrirá el evento. Enseguida empieza a animarse la cosa. Llega Nuria Lauco, campeona las 3 última ediciones de su categoria y es entrevistada por la reportera de TV3. Libert, Milton y Brandan se ponen en primera fila. Yo saldré desde la segunda fila, tras un equipo formado por 5 corredores. Enciendo el Garmin, cargo el track y me preparo. Un grito cruza el aire... "¡¡¡¡Un minuto!!!"
Sonido de 200 calas encajándose en los pedales... Qué nervios, chicos. Se hace el silencio absoluto...
Y a las 05:00 en punto, otro grito... "¡¡¡Salida!!!"
Está a punto de iniciarse la gran batalla...
 Empieza el espectáculo. Salida en tromba de todo el mundo. No me lo puedo creer. La peña a saco. Cuando consigo acertar a pedalear, empiezo a sortear a corredores para llegar lo más adelante posible. A los 300 metros empieza ya un rampón de cemento rayado con un porcentaje superior al 15% para ir calentando piernas. Aprovecho para tensar un poco y adelantar posiciones. Salimos de Vielha y entramos en una pista no muy ancha. Voy un poco a ciegas, iluminado tan solo por el frontal que llevo en el casco. En una curva cerrada, miro atrás. Preciosa la imagen de decenas de focos moviéndose como suspendidos en el aire con las luces anaranjadas de Vielha al fondo. Tras unos kilómetros en constante ascenso, veo un poco más arriba las luces de los Mossos. Llego a la carretera prácticamente en solitario. Ya se ha producido el corte. A los que han quedado atrás no les volveré a ver. Delante tengo un grupo de 3 corredores y aprieto para unirme a ellos. Entramos en el túnel rodando a un ritmo elevado dándonos relevos. Calculo que por delante deben haber unos 30 tíos. A la salida del túnel se inicia un descenso bastante rápido y un poco más adelante, otro coche de Mossos nos desvía ya hacia la pista. Mucha piedra suelta al principio donde no merece la pena arriesgar y alguna que otra rampa dura de bienvenida para no enfriarnos son la tónica general en esta parte del recorrido. Supero a un chico que ha partido un radio, más adelante otro ha pinchado e inicio un descenso muy rápido pero en el que hay que ir con mil ojos, ya que como he dicho antes, el terreno es muy irregular y te puedes ir al suelo fácilmente. Ronda ya el kilómetro 30 y el cielo clarea. Pronto será de día. Tras un tramo de sendero paralelo al río, cruzamos el puente de Forcat y entramos en la carretera que lleva a Pont de Suert. Aprovecho para parar y guardar el frontal en el Camelback. Se van sucediendo los pueblecitos de Forcat, Vinyal y Ginast en dirección a Vilaller, donde se sitúa el primer avituallamiento de la ruta y donde no es necesario firmar. Atravieso el pueblo sin pararme, cruzo la nacional y tras superar el barranco de Vinyassola, se inicia el segundo puerto de la jornada, Coll de Serreres. Son solo 4Km. con un porcentaje que nunca baja del 8%. Lo subo alegremente y a buen ritmo en compañía de otro ciclista que sigue con facilidad mi rueda y que me acompañará hasta Gotarta. Al coronar, primera variante respecto a la ruta clásica. En vez de la bajada por pista ancha, nos meten por un tramo técnico de 4 kilómetros, gran parte del cual tengo que hacer caminando. A estas alturas, todos sabéis que soy nulo bajando y no estoy por la labor de arriesgarme a mudar los dientes...
Tras el interminable sendero, vienen una sucesión de tramos de escalones de madera todavía húmedos a estas horas de la mañana, que evidentemente, bajo andando hasta que por fin, llego a la carretera que me conducirá a Irán. Este tramo son 4Km. de subida de los cuales, 2,5 son suaves y el último kilómetro y medio son rampas duras en forma de herradura de esas que tanto me gustan. Voy adelantando corredores por mera inercia. En todo momento voy a mi bola. Me repito a mí mismo "disciplina, disciplina, si ese tío está a diez metros, que siga a diez metros." A posteriori, creo que esa fue una de las claves del éxito, olvidarse de todo el mundo y que fueran siempre las piernas las que marcaran la cadencia y el ritmo. Eso y controlar que nunca rodaba mucho tiempo por encima de las 160 pulsaciones.
Dejo atrás Irán y miro con nostalgia el desvío que conduce a Casa Joanot (cuya familia son los únicos habitantes del pueblo), lugar donde dormí cuando hice la Pedals de Foc con Nando y en el que nos trataron de lujo...
Solo quedan por delante 4Km. para coronar la tercera dificultad de la jornada, el Coll de Sant Salvador, pero su 4% se supera sin problemas e incluso aprovecho para comer algo e hidratarme. En este tramo doy caza a dos corredores del mismo equipo, formamos un grupeto de 4 y vamos haciendo. 
Siguiente parada, Gotarta, lugar en el que está el segundo avituallamiento y el primer control de firmas. Firmo, pongo la hora de paso, me bebo un par de vasos de Aquarius y prosigo la ruta. Mis tres compañeros deciden descansar un poco más y me voy solo.

Tras 4Km. de descenso por una pista en buen estado, tomo la carretera que me lleva a Malpàs y luego me desvío hacia la carretera que lleva a Castellars. Cruzo un puente que queda a mi derecha y se inicia lo que para mí es el 3er puerto más duro de la Pedals, el Coll de Sas, que consta de 6Km. por asfalto, de los cuales 3 son rampas durísimas que no bajan del 10% y los otros 3 sin ser tan duros, no dejan de hacer bastante pupa. Nuevamente, regulo bien con la ventaja de conocer el terreno y tras cruzar el barranco de Ert, 4 Km. de descenso hasta Erta y últimos 2Km. de subida bastante dura hasta coronar por fin, el Coll de Sas.
En el descenso, enlazo con 3 bikers más y entramos en la carretera que lleva a Les Esglésies.

Estoy ya en el Km. 81, son las 10 de la mañana y está a punto de producirse el momento que pudo cambiarlo todo. Ruedo en tercera posicion de grupo, voy acoplado en la bici a velocidad considerable. Entrando en Sentís, curva de derechas, abierta, sin complicaciones aparentes... De repente, en una fracción de segundo, la rueda delantera patina en gravilla suelta que hay en la calzadame y mi bicicleta desaparece bajo mi cuerpo. Caigo en plancha sin apenas dame cuenta de lo que ha pasado. Mientras voy por el aire ya me oigo gritar sabiendo que lo que se avecina va a ser gordo. Reboto contra el suelo e instintivamente alzo la cara para no quemármela en el asfalto. Al volver a caer contra el suelo, me arrastro unos 5 metros sobre el brazo izquierdo y el dolor es brutal. Me siento sabiendo que me he hecho mucho daño. Me miro el codo derecho y la imagen que veo me impacta y me temo lo peor. Un agujero del tamaño de una moneda de 2 céntimos y un centímetro de profundidad. La sangre mana a borbotones. Desolador.
Aspecto del codo al entrar en meta
Mis compañeros me preguntan si estoy bien y les digo que tiren, que solo es una rascada. Voy a ver qué tal está la bici. Ha habido suerte, está perfectamente, salvo que el freno trasero no frena, solo bloquea. Muevo el codo y al parecer no hay nada roto, ya que la articulación no me da problemas, eso sí, se está hinchando de mala manera. Como estoy a 5Km. del siguiente control, decido llegar allí y evaluar daños.
Puedo pedalear sin problemas y el dolor del codo es totalmente soportable, así que parece que voy a salvar los muebles. Se inicia el primer conflicto "corazón versus cabeza" de la jornada. Mientras la cabeza dice "Retirada", mi cuerpo ya está pedaleando...
Llego al control de Les Esglésies, firmo y pido a ver si tienen agua oxigenada, yodo o algo para curarme. Me sorprende que no hay nada. Bueno, pido que me echen agua por encima y tiro millas.
Estoy a punto de iniciar el que para mí es el segundo puerto más duro de la jornada, el coll de Pemir, que enlaza con el Coll d'Oli. El coll se inicia con una pista pedregosa durísima que supera el 14%, donde cuesta horrores coger un ritmo crucero, ya que bastante tengo con mantener el equilibrio. Tras este tramo inicial, el resto de coll no le va a la zaga, 4Km. al 10%, casi nada...
Estoy en mitad de una recta infinita en plena subida y a lo lejos diviso a una pareja de bikers con alforjas. El chico se baja, empuña una cámara y empieza a grabarme a la vez que grita: "Y aquí viene uno de las máquinas de la Pedals de Foc Non Stop, que pulen toda la ruta del tirón." Esos gritos de ánimo me dan la vida y le respondo: "Y con el codo en carne viva." Cuando ve el aspecto de la herida, me obliga a bajarme de la bici, saca un botiquín que llevaba la chica en su alforja, me desinfecta la herida y me la cubre con una mega-tirita. Si alguna vez leéis estas líneas, no sabéis lo mucho que agradezco vuestro gesto y compañerismo.
Tras darles las gracias, prosigo la marcha y no sin esfuerzo llego a la valla que marca el final de Pemir y el inicio del sector más intuitivo de toda la Pedals. Se trata de un tramo de unos 3,5Km. la mayoría de ellos a pie, en los que hay que superar varios collados montañosos siguiendo unas marcas y flechas amarillas. Aquí fue donde Roberto Heras se perdió el año pasado y tuvo que optar por la retirada. Este tramo es especialmente pesado ya que apenas se cicla, pero bueno, se compensa con unas vistas que quitan el hipo...
Naturaleza salvaje...
Por fin llego a la ermita del Coll d'Oli, la dejo a la izquierda y sigo con la excursión a pie, esta vez ya en descenso. Excepto algún tramo que me atrevo a hacer montado, el resto de trialera, con la bici a cuestas.
Al final de la bajada, hay un arroyo de aguas heladas ideal para refrescarse, después del cual hay una pequeña subida inundada que lleva a la carretera que va a Guiró. Dejo atrás los pueblos de Astell, Molinos, La Torre de Capdella y llego al desvío de Espui, donde se sitúa el 4º avituallamiento/control de la Pedals y que conduce a la ascensión más mítica de la Pedals de Foc, el coll del Triador, con sus casi 12Km. de subida y sus 900m. de desnivel.

En el siguiente enlace podréis contemplar la belleza indescriptible y la magia de esta ascensión.
Foto de la ascensión al Coll del Triador

Empiezo el puerto con unas sensaciones magníficas, aunque la calor ya aprieta de lo lindo. Me preparo mentalmente para una ascensión que fácilmente me llevará más de una hora y en la que sé que voy a sufrir. Como contrapartida, una vez que corone, ya habre hecho casi 120Km. y habré subido más de 4500m. de desnivel, con los que la cosa estará ya más que bien encaminada.
Sin embargo, esta vez el Triador me va a castigar... Los últimos dos kilómetros de subida son agónicos. La calor es insoportable y parece que nunca vaya a llegar arriba. Miro adelante y veo la cresta de la montaña que no para de subir, pero no hay rastro del avituallamiento. Temo que me sobrevenga una crisis y tiro de una glucosa que pensaba usar más adelante. Su efecto es milagroso y tras una curva de derechas, por fin veo la carpa de la organización. Siento que mis ojos se humedecen por la emoción y por el esfuerzo que he tenido que realizar. El codo está empezando a despertarse y el dolor se acentúa por momentos.
Sin embargo, el panorama arriba vuelve a ser mejestuoso...
En la cima del Triador
Sensación de libertad...
Tras coronar el Triador, vienen 11 kilómetros de sube/baja durante los que vamos cresteando la montaña que culminan en el Coll de la Portella, techo de la Pedals de Foc, con sus 2268m. de altitud. A destacar que mientras realizas este tramo, ves dibujado en la montaña el camino por el que pasarás más adelante. Para mí, de los kilómetros más bonitos de toda la ruta.

Hay que llegar hasta ahí delante...
Los caballos, campando a sus anchas
Estoy ante el otro plato fuerte de la jornada, el descenso hasta Espot. Kilómetros de pista en muy buen estado muy ancha donde se cogen velocidades de vértigo. Sin embargo, en vez de llegar directamente hasta Espot, nos desvían antes por otro tramo técnico de unos 3Km. que desemboca en la carretera que lleva a Espot. Allí en el control, aparecen por sorpresa mis padres y mi madre empieza a fulminarme a fotos. Cuando le enseño el codo, se queda traspuesta pero la tranquilizo y le digo que todo va bien... Mi padre me hace un breve resumen de la gente que ha pasado y me informa que voy entre los 15 primeros... No me lo puedo creer...

Devorando en Espot
Aquí cometo un error que me pudo costar caro. Pensando que llevo el Camelback casi lleno, decido no rellenarlo. Luego contemplo horrorizado que no lo llevo ni a lamitad y son las 15:00 con un sol de justicia. Me despido de mis padres y me lanzo hacia Estais. Antes de llegar, breve pista pedregosa con mucha tierra y que ya hace pupita de la buena. Por suerte, es muy corta y la supero no sin dificultades. Tras llegar a Son, bordeo la iglesia, dejo a la derecha el cementerio e inicio el Camí del Calvari, un sendero precioso dentro del Pac Nacional de Aigüestortes que se realiza bien en bici, salvo un último tramo a pie en subida, que no queda más remedio que hacer con la bici al hombro. Tras un tramo de bajada, el camino desemboca en la C-28 que lleva a la Bonaigua.
El calor aprieta de lo lindo y me quedan por delante 9Km. de subida tendida por carretera hasta Alós d'Isil. En un momento dado, la sed es ya insoportable, me meto el tubo del Camelback en la boca y me caen cuatro gotas de líquido caliente y luego... aire. Los tres kilómetros que me faltan hasta Alós fueron donde más cerca tuve la temible pájara. Estoy seguro de que si en vez de quedarme 3Km. me quedan 6Km., palmo como una rata... Pero no fue el caso. Al llegar al control veo a un biker derrotado en el suelo y comiendo y a otro a punto de irse. Relleno el Camelback, descanso un poco, me pongo ciego a líquido y otra vez al lío. Llevo ya 176Km., la meta está cada vez más cerca. Tramo muy rodador en el que me veo muy fino y donde supero al biker de Alós d'Isil y al entrar en la Vall d'Arán a la altura del Km. 190 me uno al que será mi compañero hasta el final de carrera, Robert. Sin embargo, esa chulería y finura me cuestan muy caras, ya que en los últimos 3 kilómetros hasta el control de Montgarri sufro como un perro y doy pedales por pura inercia. En el control nos dicen que vamos el 12 y el 13. No me lo puedo creer...
Después del control vienen 5 kilómetros con un par de subidas al principio cortas pero muy exigentes que ya te ponen la puntilla y te dejan visto para sentencia. Menos mal que he comido en Montgarri y he recuperado bien las fuerzas, porque si no, otro gallo cantaría. Luego, todo llano hasta el parking del Pla de Beret y a partir de ahí, descenso por caminitos hasta Vielha. Al llegar a Arties, veo fugazmente a mi hermano Javi a a la cuñá Thais, les saludo a gritos y atravieso el pueblo. A la salida, el control sorpresa nos detiene. Firmamos y tras una última emboscada en Betrén, enfilamos un sendero que nos lleva hasta las calles de Vielha.
Miro a Robert y nos felicitamos mientras atravesamos el puente que nos lleva hasta el arco de meta.
Hemos completado la Pedals de Foc Non Stop. Solo eso ya es motivo de euforia. Sin embargo, ni el tiempo realizado ni la posición conseguida, entraban en el mejor de mis sueños. Si a eso le añado el sobresfuerzo que ha supuesto el codo maltrecho, pues la cosa adquiere unos tintes épicos de los que solo soy consciente con el paso de los días. 
Cruzando la meta
Satisfacción máxima
Hecho una auténtica braga
La clasificación provisional
 Esa es otra de las cosas que te deja la Pedals, una marca. Una marca que con el paso de los días voy asimilando y que hace que realmente sea consciente de lo conseguido. Una marca que ya hoy puedo decir que ha pasado a ser un gusanillo. El gusanillo que despierta al monstruo interior que empieza a descontar las horas que faltan hasta la del año que viene. Pero para eso, aun queda mucha tela que cortar...

3 comentarios:

un mountainbikero dijo...

venga que el año que viene voy contigo, veo que esto se hace en un pim pam, y que salvo un par de repechos, el resto se hace por pura inercia.
por cierto ese maillot no me es conocido, cuando se lo cuente al patron no te renueva

coppino dijo...

Dios pero que es esto , si solo leyendolo me he tenido que tomar 3 barritas y un gel para no pillar pajara, ya sabes que me gustan mucho este tipos de retos pero no cuentes conmigo para hacerlos.Enhorabuena por el resultado, por el tiempazo y por la experiencia,eres el puto amo!!
P.D.: no vuelvas a salir con nosotros hasta que no se te pase la forma,je, je que ahora vamos tranquilitos y hay almuerzo

Marc dijo...

Vaya crack Fran!!! posicion 12,no me estraña eres el fran Rocky Balboa sin expecion...
Nosotros somos la pareja que lo socorrimos en el coll de l-oli antes de la gran subida del triador y llevaba la herida totalmente abierta, ajeno al dolor,solo habia una misión>acabar lo antes posible...
le obligamos a bajar y le hicimos unas curas rapidas,el campeon nos agradecio la ayuda y sin pestañar volvio al ataque...
Nosotros flipamos por la gran capacidad de sacrificio y fortaleza mental...impreionante...
Fran un abrazo muy fuerte y te enviamos los videos por email via dropbox (la organizacion me dio tu email)...
saludos de Marc y Jenny
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