domingo, 7 de abril de 2013

Crónica Lluçanès Feréstec 2013

La Etapa
Lluçanès Feréstec 2013

Datos de Interés
66,6Km.
2270m. de desnivel positivo acumulado.
4h22m
15,2Km/h de velocidad media.
Índice IBP: 176 

Perfil de la Etapa










Mapa de la Etapa
















La Crónica
Los que seguís regularmente mis crónicas, sabéis de sobras que siempre digo que para que una marcha salga bien, son imprescindibles tres factores: Coco, piernas y suerte.
Si la ausencia de cualquiera de los citados factores puede ocasionar que nada salga como tienes previsto en tu cabeza, la ausencia de los tres te garantiza tener todas las papeletas para que la cosa acabe en un auténtico fiasco.
Pero no adelantemos acontecimientos, que hoy más que nunca, la previa se las trae...

Me despierto a las 6:00AM.
Tengo un ligero dolor de estómago, que tras desayunar un poco desaparece. Bien.
Mientras me visto, llega a mi móvil un whatsapp de MAD: "Llego tarde, estoy fatal, no sé ni cómo voy..."
Bueno... Esperemos que no sea nada.
Con todo listo, bajo a la calle y al poco rato pasa MAD a buscarme. Ha pasado mala noche, pecho congestionado y malestar general. Jojojojo, todo apunta a que hoy va a pasar las de Caín.
Tras montar la bici, pasamos a buscar a Nando y le hacemos indicaciones de que pasé él delante... Se baja del coche haciendo aspavientos y mascullando: "Yo daba por sentado que vosotros sabiais ir... Yo no tengo ni idea de adónde vamos..."

La que te espera hoy, bonita...
Jojojojo, empezamos a lo grande. Con la única idea en mente de ir "dirección Manresa", abandonamos Terrassa para coger la autopista. Sin embargo, la oscuridad que aun nos envuelve y la papa que aun lleva MAD encima, hace que nos pasemos 30 metros el desvío de entrada a la autopista. MAD para el coche y hace el amago de dar marcha atrás. Segunda bajada de Nando del coche haciendo aspavientos... "No, no, no, tú estás loco, cómo vamos a dar marcha atrás 30 metros, que nos trincan seguro..."
Total, que tras volver a entrar y salir de Terrassa, por fin conseguimos coger la autopista correctamente.
Viaje sin contratiempos, del cuál debo destacar el tramo final de Navàs a Prats de Lluçanès. Carretera/emboscada preciosa, todo el rato picando hacia arriba, con unas vistas magníficas y en la que no vimos ni un solo vehículo.  

Llegamos por fin a Prats de Lluçanès pasadas las 8. La marcha da inicio a las 8:30, así que vamos fatal de tiempo. MAD aparca en plan punki tras una fila central de vehículos, mientras que Nando, mucho más conservador, se va un par de calles más arriba. Retiramos los dorsales y nos preparamos a toda prisa. Nos pilla el toro seguro...
MAD y yo ya estamos listos para ir hacia la salida, no así Nando, siempre cuidando al máximo su imagen. Se puede salir tarde, pero nunca desaliñado. Cojo la bici y me lanzo a buscarle, temeroso de verle peinándose las cejas frente al espejo retrovisor...
Le encuentro de espaldas y me dispongo a gritarle que se dé prisa, cuando de repente, se gira y me dice: "No veas si me ha quedado hoy bajo esto, ¿no?" Sigo con la vista lo que me señala y no doy crédito a lo que ven mis ojos... Intentad reproducir la siguiente instantanea en vuestra retina:
Nando con las rodillas semiflexionadas, señalándose el culotte a la altura del miembro viril, donde se lee claramente... ¡¡¡MOMPALET!!!
¡¡¡SÍ, AMIGOS, SÍ!!! ¡¡¡MOMPALET!!! ¡¡¡QUE SÍ!!! ¡¡¡OS LO JURO!!!
¡¡¡SE HABÍA PUESTO EL CULOTTE AL REVÉS!!!
Intento mantener las compostura y le digo: "Qué va tío, está de puta madre. ¡¡¡Venga hombre, date prisa!!!"
Acto seguido, me voy cagando leches hasta MAD y le cuento todo. No da crédito. Me toma por loco.
Decidimos callarnos como putas y no decirle nada hasta que ya estemos en carrera. Jojojooooo...

Sin embargo, al mirar de nuevo, veo que Nando se ha vuelto a meter en el coche. Jojojo, mierda, al final se ha dado cuenta. Baja la ventanilla y nos dice: "¡¡¡Id tirando, que ahora voy!!!"

MAD y yo vamos hacia el arco de salida y nos colocamos en una calle lateral, a escasos 5 metros del arco cuando son exactamente las 08:30. Veo a MAD inquieto. No para de agitarse. "Me estoy meando vivo."
Por megafonía nos avisan de que se va a dedicar un minuto de silencio y MAD ve el cielo abierto. Justo al iniciarse el minuto de silencio, sale disparado, se mete entre dos coches y procede a aliviarse.
Sin embargo, aun no ha terminado el minuto de silencio y ya lo tengo a mi lado. Me coge del brazo y me dice: "Me cago en todo... ¡¡¡Mira!!!"
Sigo con la mirada su dedo y veo un lamparón que le llega desde la ingle hasta la rodilla. Al parecer la última gotilla, se convirtió en un buen chorreón...
No me lo esperaba, y se me escapa una carcajada en mitad del minuto de silencio... ¡¡¡Tierra trágame!!!
Pido perdón con la mirada a todos esos ojos que me atraviesan dolorosamente y pienso para mis adentros que con un tío que se pone el culotte al revés y con otro que se mea encima, no vamos a llegar muy lejos...
Solo falto yo para acabar de liarla. Como veréis a continuación, llegado mi turno de despropósitos, no desentoné en absoluto...


A todo esto, hace un frío que pela y cuando dan el bocinazo de salida, veo a Nando sprintando para intentar llegar a nuestra altura.
Tomo la salida rodeado de bikers, con las precauciones debidas y enseguida me veo lanzado en las primeras posiciones. Enseguida cogemos pista y en una primera subida brusca, intento pedalear con fuerza para ganar posiciones y se me salta la cadena por el lado interior del pedalier... Empezamos bien. Menos de un kilómetro y ya con problemas. Me bajo de la bici, coloco la cadena y sigo adelante.
Un par de kilómetros más adelante, cogemos el primer sendero de subida y empiezo a oír un ruido en la rueda trasera. Pienso que se me debe haber enganchado una rama, pero no veo nada. Al final, decido pararme a ver qué es y compruebo que he partido un radio... Por detrás llega Ada, que me da ánimos y sigue adelante. Enrosco el radio partido al radio adyacente y parece que realizo un buen trabajo, ya que la rueda apenas oscila, pero claro, no es lo mismo. Pese a que la maniobra ha sido rápida, me ha pasado hasta el apuntador. Bueno, hasta el apuntador no, porque ni MAD ni Nando han llegado a mi altura, lo cual me extraña bastante.
Visto lo visto, hoy no es el día. Entre que la cadena sé que me va a seguir dando problemas y que voy con un radio partido, decido desconectar el "Modo Competición" y activar el "Modo Entreno de Calidad".
Y a partir de ese momento, me dispongo a vivir una marcha de forma completamente nueva para mí, sin arriesgar lo más mínimo, disfrutando de otra manera.
Llego a la altura de Ada, le pregunto por Santi, intercambiamos unas palabras y nos emplazamos a comentar la jugada en meta. El recorrido es una pasada. Las vistas son increibles y la sucesión de senderos y tramos técnicos no tiene fin. Sin embargo, ha estado lloviendo toda la semana y el estado del terreno roza lo impracticable. Los senderos están húmedos y divertidos, a la vez que peligrosos, pero las pistas son auténticos lodazales en los que cuesta mantener hasta el equilibrio.
En la primera trialera del día, tapón. La gente baja andando. No me extraña... El sendero pinta muy mal. Un poco más abajo, veo a dos bikers atendiendo a un tercero que está sentado en el suelo. Se le ha salido el hombro. Parece ser que pese a la gravedad de la caída, el chico está bien y a la espera de que vengan los de Emergencias a sacarlo de allí.
Las pocas dudas que aun podía albergar acerca de arriesgar lo más mínimo hoy, quedan disipadas al instante.
Ya comenté en la crónica de la Marató de l'Anbaso que mis Kenda Small Block Eight son magníficos rodadores, pero en barro son como intentar hacer patinaje artístico con tacones de aguja. Si en los tramos rectos, intentar pedalear sobre el barro hacía que la bici pegara latigazos en cualquier dirección, estar descendiendo y ver una curva empantanada hacía que se me dispararan todas las alarmas.

Ojito a la trialera...

Hasta el kilómetro 26, la sensación es de ir subiendo todo el rato por un terreno rompepiernas nada rodador en el que predominan senderos y trialeras tanto de subida como de bajada.
En una de esas bajadas rápidas por pista, voy tan centrado en no salir volando, quede repente, veo a dos tíos con dorsal subiendo en dirección contraria y que me dicen "¡¡¡Por aquí no es!!!"
Excelente... Día para enmarcar, jojojojo... Tras cincuenta metros batallando para detener la bici en el lodazal, doy la vuelta y desando la cagada, que por suerte acaba siendo menos de lo esperado, pero como veis, todo va sumando.
En una de tantas subidas, veo por delante mío un uniforme de los Anclas de Terrassa. Al verle los brazos, le identifico al instante. Se trata de Jordi Moya, con el que compartí la Brevet de 200Km. de Granollers del año pasado. Comentamos cómo está yendo la temporada y sigo adelante.
Creo que es aproximadamente a la altura del kilómetro 18, cuando empiezo a oír a lo lejos unos altavoces que proyectan una "música" a todo trapo. Pienso: "No veas si están animados en ese avituallamiento..."
Sin embargo, conforme me voy acercando, me voy dando cuenta de que tanto el volumen como el ritmo machacón, son demasiado cañeros para un avituallamiento bttero... Empiezo a temerme lo peor...
Al salir del sendero en el que me encuentro y salir a cielo abierto, me topo con la madre de todas las Raves del Lluçanès. Coches a punta pala y más de cien personas dándolo todo bajo un ruido ensordecedor, empuñando vasos de cerveza, con las pupilas dilatadas y sus bailoteos/movimientos característicos.
No puedo evitar pensar en varios Macos que se sentirían como pez en el agua en este ambientazo...
Cuando nos ven llegar, varios de ellos nos hacen un pasillo humano que nos conduce a una charca en la que hundo media rueda ante los aplausos frenéticos de los que allí se congregan.

Siempre más guarro que el resto...
Nando, siempre impecable, jojojojo...
MAD, ya mojado enterito...
Una vez dejada atrás la fiesta, me espera por delante una de las subidas más exigentes del recorrido, que me tomo con filosofía y sin forzar al máximo. Aun así, junto a dos miembros de Ravet Bike y otro Independent de Torelló, vamos adelantando a gente que empieza a sufrir en sus piernas la dureza del recorrido.
Aproximadamente en el kilómetro 26, coronamos y contemplo con indiferencia que llevo casi 2 horas de ruta a una media que apenas llega a los 13Km/h y que como la segunda parte del recorrido sea similar, puede caer una buena minutada.
Mi mente se traslada a MAD y Nando... y lo poco aficionados que son ellos a este tipo de recorridos. Parte de mí hasta baraja la posibilidad de que tal y como están las cosas, se hayan decidido a hacer la marcha corta...
Para acabar de rematar la mañana, bajando una trialera de escalones, pego con el culo en el sillín tan bruscamente, que oigo un chasquido atronador. Me vuelvo a bajar de la bici asustado, ya que temo haber partido la tija del sillín. Afortunadamente compruebo que lo único que ha pasado es que con el golpe, el sillín ha quedado apuntando al cielo. Intento ponerlo de nuevo en posición horizontal "a las bravas", pero está más duro que una piedra. Con las venas de la sien a punto de estallar, consigo enderezarlo lo suficiente como para poder seguir adelante.

Parece ser que lo peor ya ha pasado. Efectivamente, la última parte de la prueba es mucho más rodadora y puedo subir la media un par de puntos. Las subidas no son tan rotas, son más ciclables y las bajadas no están en tan mal estado como lo que nos hemos comido hasta ahora. 
Con unas condiciones que se asemejan bastante más a mis características, decido apretar y llegar a meta lo más rápido posible. Así, voy adelantando a corredores que ya van bastante justitos y castigados.
Paso por el avituallamiento situado en el centro de Santa Eulàlia de Puig-Oriol, sin tan siquiera mirarlo.

La bici está para tirarla...
Como he dicho antes, el terreno favorable activa mi "modo competición" y finalmente, me planto en la linea de meta tras más de cuatro horas y con buen sabor de boca, por haber disfrutado de una pedalada con un recorrido y unas vistas indescriptibles, que solo se vio algo deslucido por toda la lluvia caída los días previos.
Por otra parte, sin embargo, esas mismas condiciones adversas fueron las que le regalaron a la marcha un añadido de aventura y épica que se llevó por delante mi espíritu competitivo, pero que me abrió los ojos a otra modalidad de BTT que desconocía hasta la fecha.

No veo ni a MAD ni a Nando, con lo que al final han optado por hacer el recorrido largo. ¡¡¡Bien, con un par!!! Ahora bien, van a sufrir como perros, jojojo...
Al rato de estar por allí, veo llegar a Jordi de los Anclas... ¡¡¡con la biela izquierda en la mano!!!
Por suerte, el percance le ha ocurrido a la entrada del pueblo y ha podido terminar la prueba.
Veo llegar a Ada y luego a Santi con los que siempre es tan agradable compartir vivencias dentro de este mundillo. Se nota que llevan la BTT en la sangre y si ya se encargan de ponerme los dientes largos leyendo sus alucinantes crónicas, oírles hablar en primera persona de sus aventuras en la Volcat, en la ABR o en la IB, ya es como morir en vida... Además, el buen ambiente y el compañerismo que se respira entre el resto de "la seva colla", hace que sean aun más próximos. Nos emplazamos a próximas marchas en las que coincidamos... I si llegiu aquesta crònica, espero que ens veiem a la Romànica de Navàs (o Romàntica, com tu vulguis, Ada), que els meus companys Maco ja m'han confirmat que em deixen sol... 
 
Hablando de mis compañeros del Maco... Van pasando los minutos y no aparecen... Sé que no han venido a disputar y que MAD venía tocado, pero que haya pasado una hora y no hayan llegado a meta, empieza a preocuparme...

Nando, siempre atento a esos pequeños detalles...

MAD, estampa pura de ciclista...
Me acerco a la mesa de los que controlan el tiempo y pregunto a ver si ha habido incidencias o algún accidentado grave. Me comentan que sus dorsales no aparecen como "Abandono" 
Me quedo más tranquilo y aprovecho para hablar un buen rato con José Fuentes, otro bestia de Terrassa al que conozco a través de Strava y que tampoco se pierde ni una. 
Por fin, tras casi una hora y cuarto de espera, hacen su entrada triunfal en solitario los dos campeones. Vienen hechos unos zorros, destruidos, rotos... Pero orgullosos.

Fundidos, pero íntegros...
La buti milagrosa, devolviendo la sonrisa a sus caras...

Ya solo queda comentar la jugada, echarnos unas risas, lavar las bicis, recoger los bártulos y volver a casa.
En resumen, magnífica experiencia la vivida en els Prats de Lluçanès, previa de lo que va a ser una prueba aun más extrema, la Romànica en BTT, del próximo 28 de Abril y que toda hace indicar que va a dejar a esta Lluçanès Feréstec en un juego de niños.
MAD, Nando, aun estáis a tiempo de no abandonarme.
Sabéis que son pruebas así son en las que las que más se sufre, pero que mejor sabor de boca os deja luego. Don't be marikitas and embrace the madness!!!

Por último, para que el resto de Macos no se me tiren al cuello, aquí están las clasificaciones

6 comentarios:

MAD dijo...

JOJOJOJO DATE PRISA EN ESCRIBIR QUE ESTOY DESEANDO LEER LA CRONICA.....
ESPERO PODER PORFIN SALIR EL DOMINGO CON LOS CARRETEROS, ME ESTOY DOPANDO A TOPE AYER EN EL HOSPITAL ME DIERON 5 CAJAS DE DIFERENTES TIPOS DE PASTILLAS Y APROVECHE PARA HACERME UNA TRANSFUION DE SANGRE!!! JOJOJO
COMO ESTE RECUPERADO PIENSO DAROS EL HACHAZO EN LA MISMA CARRETERA DE RELLINARS...

Patron dijo...

nos vas a comer la polla, pelagatos

Víctor dijo...

Venga Fran, esa crónica!!!!!!. Por cierto, quién está haciendo la crónica de la salida carretera?? Creo que Nico es la persona adecuada

Vendi dijo...

Si la hace Nico ,tiene un par de fotos para adjuntar.
Esperamos con ganas la btter.

Víctor dijo...

IMPRESIONANTE!!!!!

MAD dijo...

jojojojojjojjo me he vuelto a mear!!!