miércoles, 12 de junio de 2013

Crónica 02/Junio/2013

La Etapa
Terrassa-Castellar-Sentmenat-Caldes-Sta. Eulalia de Ronçana-St. Feliu de Codines-St. Miquel del Fai-Centelles-Aiguafreda-Parc Etnològic del Tagamanent-L'Ametlla del Vallès-Sta. Eulalia de Ronçana-Caldes-Sentmenat-Castellar-Terrassa

Datos de Interés
132,6Km
2307m. de desnivel positivo acumulado.
4h21m
30,4Km/h de velocidad media.
Índice IBP: 166

Perfil de la Etapa












Mapa de la Etapa



















La Crónica
Tagamanent o Rat Penat, esa es la cuestión... 
Una vez catados ambos, en el seno del C.C. Maco hubo prácticamente unanimidad a la hora de preferir el primero por encima del segundo. Y no porque uno sea excesivamente más duro que el otro, que en ese aspecto andan bastante parejos, sino por el entorno. El espectáculo visual (y las cervecitas, no nos engañemos...) que te ofrece la cima del Parc Eòlic del Tagamanent, deja en paños menores (o directamente, sin ellos) a la curiosa bola que te recibe cuando llegas echando el hígado a la cima del Rat Penat.
Los que seguís habitualmente el blog, sabréis que, de todas formas, ya me las ingenié para incluir también este año la subida al Rat Penat, eso sí, por la vertiente de Olivella y así poder haber disfrutado de estos dos monstruos la misma temporada.
Sin embargo, para la etapa en cuestión del Tagamanent, decidí no complicarme la vida y calqué el recorrido del año pasado. Para los más sibaritas, darles la razón en que quizá la ubicación en el calendario de este etapa no ha sido óptima, ya que hemos enlazado dos semanas en las que la primera parte de la ruta ha sido la misma, pero bueno, como la gente ya se encargó de quejarse, me doy por castigado.
Esta semana lamentábamos las bajas de Rosamari, de viaje familiar por tierras baleares y de Adán, cuya baja no quedó clara, ya que la información variaba ostensiblemente según las fuentes consultadas... Desde un conciso "Se ha cagado" hasta un muy difuso "Tenía cosillas que hacer...", el espectro de posibilidades que justificara su ausencia era interminable.
Edito: También causó baja Filfe, que se fue hasta la Pobla de Segur a dejar su huella en una "memorable" SuperBonaigua, en la que curiosamente, no se subió la Bonaigua...

¿Quién llegó tarde esta semana? 1, 2, 3, responda otra vez...
Que respetar el horario se ha convertido en algo sagrado en este club, lo comprobaron esta semana Nico y Mr. Towers. Si bien Nico justo llegó cuando ya nos íbamos, a Mr. Towers sí que lo trincamos con el carrito de los helados... Curiosamente, los que ya han sufrido en sus carnes lo que es quedarse en tierra, son los primeros en pedir ahora que nos larguemos en cuanto pasan los 10 minutos de cortesía. Yo solo hago el apunte para que los afectados puedan saber de quién son los cuchillos que que repente aparecen en sus espaldas... Al final la gente entenderá (o eso espero), que cuando se queda a una hora, también se puede llegar 5 minutos antes, no hace falta apurar para llegar 10 minutos después... 
Al igual que la semana anterior, una llamada a la desesperada nos enternece el alma y esperamos a Mr. Towers a la salida de Terrassa. Como no podía ser de otra manera, llega cagándose en todos nosotros, pero enseguida me pongo a tirar para que cierre la boca.

Enseguida me doy cuenta de que hoy tenemos un acompañante muy especial... El aire. Bueno, aire no, viento. Y viento del guapo. Si bien hasta llegar a Caldes la cosa más o menos es soportable, a partir de ahí, las ráfagas son de las que hacen que tengas que cogerte bien al manillar de la bici para no irte a la cuneta directo. Y como comprenderéis, si normalmente aquí no da relevos ni Dios, pues empezaba a pensar que quizá la etapa se me iba a hacer bastante más dura de lo previsto.
Sin embargo, tras dejar atrás Caldes, hace su aparición MAD, quien, cual ángel salvador, me ofrece desinteresadamente su rueda y se pone a dar relevos conmigo. El tramo hasta Bigues es especialmente demoledor e incluso hay veces que hasta llaneando me tengo que poner de pie sobre la bici para intentar avanzar algo. Grande el momento en el que Mr. Towers se me pone a rueda y me comenta... "No veas si hace aire, ¿no?" Yo le invito a que pase delante a comprobarlo en primera persona, pero ante el temor que le produce que se le vuele su flamante casco nuevo, decide dejarse caer y ser engullido por el resto de la grupeta.

¡¡¡Qué chulería la de MAD!!!

Empieza la ascensión a St. Feliu de Codines y la ventolera no cesa. Hoy tengo claro que las subidas van a tener un puntito extra de dureza y que soltar lastre va a ser muy complicado, ya que la diferencia entre subir un puerto en cabeza y subirlo a cubierto protegido del aire, es abismal.  
Así es. Ya de salida, intento poner un ritmo exigente, que descuelga a la gran mayoría, pero no así a Patrón, MAD y Vendi, que cogen bien mi rueda. Sé que va a ser muy difícil soltarlos, pero al menos voy a intentar que lleguen arriba habiéndose pegado un buen calentón. Con esa idea entre ceja y ceja, aprovecho los tramos más duros para tensar cadena y los tramos más llevaderos para levantarme sobre la bici e intentar evitar que tengan excesivo tiempo de recuperar. Patrón es el primero en ceder y descolgarse, pero MAD y Vendi siguen firmemente acoplados a mi rueda. Si algo voy mejorando este año, es la rápida recuperación entre esfuerzos, y eso hace que conforme van pasando los kilómetros de subida, mis dos compañeros vayan madurando poco a poco. Ya dentro del último kilómetro de subida y con Sant Feliu ya a la vista, pego el leñazo definitivo que logra sacar de punto a Vendi, que a su vez logra sacar de punto a MAD y así completar el podium en la rotonda con escaso margen de tiempo entre los tres. En terreno de nadie se ha quedado Patrón y por detrás, Karpets, TT, Nando, Mr. Towers y el resto, que han decidido subir más sosegadamente y guardando el máximo, ante el temible Tagamanent.

¿Quedó casual o no quedó casual?
A punto de entregarse a la lujuria...
Siffredi cazado en la vía pública!!!

Al igual que la semana pasada, la subida a Sant Feliu no es más que una puesta a punto de las piernas ante la inminente llegada al segundo puerto de la jornada, Sant Miquel del Fai. Como la semana pasada ya me harté de echar fotos de las vistas que la subida nos ofrece, esta semana fui por faena. Así, hicimos el tramo de transición antes del parking a buen ritmo y desde ahí, a tope.
Con todo y con eso, es imposible no sucumbir a la tentación de sacar la cámara y hacer alguna fotillo más...





Entro en el tramo de gravilla que marca el inicio de la subida con el desarrollo preparado para poder ir con buena cadencia desde abajo y cuando me meto de lleno en la primera rampa, ya voy con el ritmo crucero deseado. Esta primera rampa dura pilla por sorpresa al resto de la manada, cosa que si la unimos a que vamos mucho más resguardados del aire, hace que enseguida me despegue de ellos. Veo que de nuevo, Vendi y Patrón son los más fuertes del resto, mientras que MAD por su parte, hace esta ascensión de forma más conservadora en un segundo grupo. El percance de la semana pasada cuando a mitad de subida tuve que pararme para recoger la GoPro del suelo tras partirse el soporte (por cierto, mientras escribo estas líneas acaba de entrar el cartero con el soporte nuevo que compré a EE.UU.) me dejó mal sabor de boca, así que esta semana intento hacer una subida lo más constante posible. Me encuentro muy cómodo subiendo y tras superar a algún ciclista que transitaba por la zona, corono con buenas sensaciones. Escasos segundos después llega Vendi, que está haciendo una primera parte de ruta sobresaliente y Patrón, todo pundonor hasta que el cuerpo aguante. Más adelante veremos cómo cada uno pagó caro o muy caro estos esfuerzos.

Vendi, rematando la subada...
Patrón, siempre sobrio ante las cámaras...
JC, culminando un ataque traicionero de los suyos...
Sorprendidos ante el hachazo de JC...
Ahora a toro pasado, no puedo evitar desternillarme pensando en cómo resumía su actuación en la etapa el inimitable JC: "Creo que en St. Miquel del Fai me gusté demasiado..." Y es que su final de etapa fue memorable. Pero insisto, no adelantemos acontecimientos...
Aprovechamos como siempre la reunificación para comer y beber algo y capturar alguna imagen insólita. Atención al jeto de Karpets, jojojojo y atención a Nando, que le está cogiedo el gustillo a salir en las fotos con el culo en pompa...

Juasjuasjuas, sin palabras...
TT y sus ya míticas, tarrinas para bebés...
Antes de reanudar la marcha, a JC le asaltan las dudas. Tiene que volver pronto a casa.
Karpets, que a partir de ahora vamos a tener que empezar a llamarle "Mr. Recortes" (afortunadamente, ya nadie le hace caso...) ve el cielo abierto e intenta sembrar la duda de todo el grupo mencionando la palabra "almuerzo". Viendo el cariz que toman los acontecimientos, me monto en la bici y me largo hacia Centelles. Al rato me giro y veo que nadie le ha hecho caso a Karpets y veo también que al final, JC ha sucumbido a los cantos de sirena de Patrón, que le asegura que a las 12:00 estará en casa...
Como la táctica de "almorzar" no le ha salido bien a Karpets, empieza a tocar las pelotas con su otra frasecita ya clásica, "¡Afloja un puntito!" Claro que, lo que no sabe en ese instante, es que a la vez que él me pide que afloje, a Mr. Towers se le dibuja un careto de gran cabrón mientras me dice en voz baja: "¡¡¡Tira, tira!!!"
Total, que acato la orden y me pongo a tirar a lo bestia, cosa que hace que nos despeguemos del pelotón. Y cuando creo que vamos a relevarnos haste Centelles, me dice: "Ahora échame unas fotos..." No me lo puedo creer...

Mr. Towers, luciéndose...
Nico y su pacto con el diablo con las fotos bonitas...
El tramo de llanos hasta Centelles lo hacemos respetando un pacto de no agresión que finaliza unos kilómetros antes de la llegada al pueblo. Con la cotizada meta volante en juego, el ritmo se acelera muchísimo. Por delante Patrón, Mr. Towers, Siffredi y JC van cogiendo posiciones. Me sitúo a rueda de Coppino y MAD. Los ataques se van sucediendo y me decido a probar suerte bajando. Aprovecho un momento de parón para pegar un arreón que me da unos metros de ventaja, pero en bajada. Sé que soy carne de cañón, pero al menos servirá para animar la llegada. Siento la presencia de los galgos por detrás, aunque sin llegar a contactar todavía. Pero son zorros viejos y tienen las distancias bien medidas. Con el cartel de Centelles a la vista, Patrón me pasa como un rayo por la izquierda. Cuando pienso que Mr. Towers va a saltar a su rueda, se me pone al lado y me dice: "¡Lánzame!" Jojojojo, qué cara tiene el tío. Sin tiempo ni para reaccionar, Patrón levanta los brazos celebrando la victoria, mientras que Mr. Towers se me queda mirando con careto de pedirme explicaciones... Jojojojojo, yo me troncho...
Atravesamos Centelles escuchando a Patrón cacareando lo fácil que ha conseguido la mini-victoria, con ese gesto clásico de levantar los hombros, poner cara de perdonavidas, entrecerrando los ojos y asegurando que todo ha estado chupado...
Bien, ahora ya todos tenemos claro lo que nos espera por delante... El aroma a Tagamanent hace que un escalofrío nos recorra la espina dorsal. Y para llegar bien calentitos, qué mejor que un buen tramo de autovía picando ligeramente hacia abajo, que dado su peligrosidad por las altas velocidades a la que circulan los vehículos, decidimos hacer todo lo rápido que podamos. Me pongo a tirar en plan animal a más de 40Km/h, ayudado por los relevos esporádicos de MAD y Vendi. Cuando estamos a mitad de tramo de autovía, la desgracia se ceba en el pobre MAD, que parte el cambio trasero, justo cuando lleva todo el desarrollo metido. Decidimos parar en la gasolinera que hay en la salida que nos dejará en la falda del coloso Tagamanent, a ver si podemos solucionar la papeleta, aunque la cosa no pinta nada bien...
¡¡¡Tagamanent, allá vamos!!!
Nada más parar, Karpets mira la avería a unos 10 metros de distancia y sentencia: "No hay nada que hacer."
A algunos (no diré nombres...) se le abren las puertas del cielo y, enarbolando la bandera del "A un carretero no se le deja solo...", intentan boicotear la ascensión al Tagamanent y que nos vayamos todos con MAD de vuelta a casa. Otros sin embargo, le animan a que intente la proeza de subirlo retorciéndose con el 34x11, mientras que algún cabrón se juega un buen bofetón al invitarle a que suba andando, "porque total, irá más rápido andando que montado en la bici..." 
Al final, MAD decide proseguir en solitario por la ruta más llana que pueda encontrar y nos citamos en Can Petit para ver cómo acaba cada uno la jornada.

Tras cruzar la autovía por debajo, nos adentramos de lleno en la urbanización, donde nos reciben unas primeras rampas de aúpa. Los que debutan en el Tagamanent, preguntas consternados si esas rampas demoledoras son ya el inicio del puerto, a lo que les respondo que no, que hay que cruzar la urbanización para iniciar la subida propiamente dicha. Automáticamente, se empieza a fraguar una alianza para subir todos en bloque, de la que, al instante, me desmarco. Yo voy a intentar subir a saco y a ver hasta dónde llego. Así, tras pasar en plan bttero la cadena que corta el paso a los vehículos, llego al inicio de la subida y me lanzo a por ella. Por delante, 7,2Km. a una media del 9% y con máximas de hasta el 23%, para completar un coeficiente de dureza de 203... (para que os hagáis una idea, Bracons tiene un coeficiente de 164, mientras que el del Rat Penat es de 173...)

Me viene a la memoria el comentario de JC mientras luchábamos contra el viento camino de Bigues... "Si aquí hace aire, imaginaos en el Parc Etnológic del Tagamenent..."
Por suerte, la ascensión discurre por una zona bastante protegida del aire y éste no añade el horrible plus de dureza que todos temíamos. Al inicio de la subida voy con fuerzas y supero las primeras paellas con el 39x25 sin aparente dificultad. Son esfuerzos explosivos relativamente cortos, que una vez superados, me permiten sentarme y recuperar fuerzas antes del siguiente apretón. Así son los 3,5 primeros kilómetros de subida. Tramos de unos 500 metros donde el desnivel se mantiene en un terrorífico 17-21%, seguidos de otros de "recuperación" al 7-8%.
Al llegar a La Vila, más o menos tengo claro que llevo aproximadamente la mitad de puerto. A estas alturas, los tramos de recuperación ya no sirven para recuperar en exceso y simplemente ayudan a no morir en el intento. Ataco ahora una de las partes más duras de la subida, que coincide con un quitamiedos en forma de vallado de troncos a mano derecha que recuerdo que el año anterior ya me las hizo pasar canutas. Me levanto de la bici y empiezo a tirar de riñones, sabiendo que el tramo más duro está más adelante, casi al final de la subida. Este esfuerzo máximo me sirva para lograr superar el kilómetro 4 de la ascensión. Aun me quedan 3 Km. por delante y empiezo a notarme bastante castigado. Hago mis cálculos y sé que aun me quedan un buen cuarto de hora por delante en el que las pulsaciones ya no van a bajar y que la sensación de piernas ardiendo solo va a ir en aumento. Sin embargo, mantener la cabeza ocupada, hace que por momentos me olvide del dolor de piernas y así me veo llegando al tramo que recordaba como "demoledor"...
Se trata de una curva durísima de izquierdas que va seguida de una recta aun más dura que se me antoja interminable, pero que una vez superada, se puede decir que ya tienes toda la faena hecha.
Si bien hasta ahora, he podido mover el 39x25, a partir de ese momento, calzo atrás el 28 y ya no lo sacaré hasta prácticamente el final de la subida... Pese al extra de cadencia que me da el nuevo desarrollo, en mitad de la curva ya me noto que voy con las fuerzas justas y cuando consigo vislumbrar lo que viene después, confirmo lo que me temía... "Dios, qué larga es la recta y qué mala pinta tiene..." Mientras avanzo a duras penas hacia el horizonte azul que remata el cambio de rasante y que realmente te hace pensar que esa subida acaba en el mismísimo cielo, me viene a la mente el cometario de Adán... "Bracons es mucho más duro..." Espero que nadie le hiciera caso...
Por fin, tras lo que parece ser una agonía interminable, logro llegar arriba y se inicia un pequeño segmento en bajada en el que no puedo casi ni dar pedales. Simplemente muevo el desarrollo con buena cadencia para intentar recuperar un poco la sensibilidad en las piernas, pero sin hacer nada de fuerza para avanzar. Es como dejarse llevar momentáneamente, buscando aglutinar la máxima recuperación posible para afrontar el último kilómetro.
Este último kilómetro consta de unos buenos 500 metros de llaneo en las que atravieso una zona de aparcamiento con multitud de niños excursionistas que me miran con asombro al pasar y un último repechón a un "mísero" 10-12%, que con la tralla acumulada ya se hace por pura inercia. Vencido este último escollo, dejo el aparcamiento de vehículos a mano izquierda y corono exhausto esta durísima cota de montaña.
Vencido, dejo la bici y saco la cámara, preparado para inmortalizar los rostros demacrados de mis compañeros.

Una imagen que todo cicloturista debería tener en su album...

Sé que tardarán un buen rato, dato que me confirma el conductor de un coche que llega al poco rato: "He pasado a un grupo de unos 10 tíos. Van bastante atrás y parecen ir bastante justitos..."
"Como para ir contando chistes..." pienso para mis adentros...

A continuación, un merecidísimo homenaje fotográfico a todos los Maco, que sufrieron como animales para conseguir completar esta subida "Hors Categorie". Esto reflejaban sus rostros, por orden de llegada...

Vendi, 2ª posición...
Nando, pletórico, completó el podium...
JC y Mr. Towers, hermanados...
Siffredi, tan veloz que ni pude captarlo...
Coppino, con fuerzas hasta para sonreír...
Patrón, a quien el 39x25 le hizo mucha pupa.

Nico, en pleno último esfuerzo...
TT, que sufrió lo que no está en los escritos...
Karpets y su "Esto no es ciclismo..."
Con semejante dolor de patas, acordamos subir hasta el restaurante para hacernos las fotos de rigor y que quien quiera se tome una cervecita regenerativa, pero con la premura que la situación requiere, ya que varios somos los que por diferentes motivos, tenemos que llegar pronto a casa.
Este año, los gatos nos ven llegar a lo lejos y al constatar que Karpets acecha, huyen despavoridos hacia cualquier madriguera a salvaguardar su físico. Recordemos que el año pasado, Karpets intentó durante un buen rato intimar con algún que otro felino que plácidamente dormitaba al sol...

Allá va otra buena batería de imágenes tomadas en la cima del Tagamanent...
















Como ya comenté el año pasado, si subiendo son las piernas las que te relatan sin ningún tipo de dudas la dureza de la subida, es bajando cuando la vista te transmite esa sensación de parecer imposible haber subido por ahí. Es inenarrable la sensación de notar cómo la bicicleta acelera hasta coger velocidades de vértigo en cuestión de segundos... Que la bajada no está en absoluto exenta de riesgos da buena fe Nando, que el año anterior ya hizo una breve excursión al pasto. Este año, sin embargo, solo tuvimos que lamentar un pinchazo en plena bajada, que se encargó de arreglar Patrón en un tiempo record de menos de cinco minutos... Impresionante cómo esas manazas pueden convertirse en unas tenazas industriales.
La otra anécdota de la bajada la protagonizó Nico, que en su afán de bajar como un meteorito acoplado a su máquina, se pasó de largo el desvío de la cadena y se fue a hacer unos kilómetros extra a la autovía, para luego darse la vuelta...
Ya en la urbanización, aprovechamos el pinchazo de Coppino (ojo a los morritos que pone Coppino al hacer fuerza, jojojojo... Lástima que no hice fotos...) para rellenar bidones y soltar lastre regando el verde...

La una y media regando la cuneta...
Resumiré un poco la ruta de vuelta comentando que hicimos el tramo de autovía hasta l'Ametlla del Vallés a mil por hora, siempre conmigo tirando del grupo, si bien debo agradecer la colaboración especial de Vendi y Patrón, así como algún tramo puntual en el que colaboraron algunos Macos más.
Destacar también la entrada triunfal a Caldes, en la que se vivió la segunda parte del memorable episodio de Montmeló de hace un par de temporadas en el que alguno levantó los brazos celebrando la victoria, mirando con chulería al derrotado, mientras otro Maco más avispado le hurtaba la victoria por el otro lado...
En esta ocasión fue Patrón, quien ya celebraba la victoria al sprint en Caldes mirando con vehemencia hacia la derecha a su rival vencido, mientras yo, por su izquierda y aprovechando que no me veía, le birlaba la victoria en los últimos metros, ante el jolgorio y el recochineo general...
Tampoco puedo olvidar la entrada en tromba a la rotonda de camino a Sta. Eulalia de Ronçana, que hizo que Karpets maldiciera a todos nuestros antepasados cuando un coche decidió que podía pasar por la mitad de un pelotón de doce tíos... Por suerte, el griterío de 12 tíos furibundos hizo que nos viera y frenara. Parece mentira que ciertos conductores no logren ver a una grupeta de una docena de tíos en bici, pero os lo aseguro, los hay.

Desde Caldes a Setmenat logramos mantener la unidad del bloque, pero en el tramo de Setmenat a Castellar, ya hay quien va muy muy justo y un mero apretón de un ciclista en el tramo de la hidroeléctrica, hace que a la entrada de Castellar lleguemos un pequeño grupito formado por Patrón, Mr. Towers, TT, Karpets, Vendi y yo.
Aviso de que ya no voy a parar hasta Terrassa y a la salida de Castellar, TT me lanza el guante... "Si respetas ir sin forzar hasta el final de la subida pestosa, luego no tienes cojones a dejarnos..."
Tardo décimas de segundo en recoger el guante y cumplo lo pactado. Salimos de Castellar, pasamos el puente y hacemos muy tranquilos el tramo largo de subida pestosa.
Estoy convencido de que los sacaré de punto y en cuando ya la carretera empieza a picar hacia abajo, no espero y empiezo a pedalear con fuerza. No me guardo nada. Voy a tope desde ese mismo momento. En los tramos llanos voy moviendo el máximo desarrollo que me permiten las piernas. El Garmin me marca todo el rato que voy a unos 40Km/h, sin embargo, el aire que me como, les da demasiada ventaja a mis compañeros. Nadie cede y empiezo a ver claro que mi única opción es sacarlos de punto en los dos mini-repechos que hay hasta Terrassa. Llego al primero y en cuanto la carretera empieza a subir, me pongo de pie e intento mantener la velocidad como sea. Me noto las piernas a punto de reventar y oigo los jadeos de TT aun cerca. Si yo voy muriéndome, él tiene que ir con todas las luces del salpicadero encendidas, pero llego al final de la subida y aun sigue a rueda. No sé cuántos quedan ni quiero saberlo. De nuevo en el llano y sin tiempo para recuperar, vuelvo a ponerme de pie para lanzar la bicicleta hasta la bajada que conduce al puente y a continuación, el último tramo de subida y mi última oportunidad de liquidar a la gente.
De nuevo, me pongo de pie y me exprimo al máximo. Esta vez veo que con el mismo desarrollo no llego arriba y me veo obligado a subir un diente para intentar conservar un poco de fuerzas para el último arreón.
Al llegar arriba, veo que no ha podido ser. Por el rabillo del ojo veo que, como mínimo, TT sigue ahí.
Soy consciente de que si aun no ha petado, ya no petará, pero voy a hacer todo lo posible para que el calentón no cese. Así, vuelvo a recuperar el ritmo crucero de los 40Km/h y tras la mini-subida del Hockey, sigo a tope hasta la rotonda de Can Petit. Tras la última cuerva de izquierdas y con la rotonda a lo lejos, me pongo de pie e inicio un sprint agónico para acabar de vaciarme. A falta de escasos 20 metros, aparece como un obús Mr. Towers por mi izquierda a tal velocidad que, al instante, se me quitan las ganas ni de disputarle la victoria.
Muero en la rotonda y mientras le doy la vuelta para volver a la vida, veo que ahí están todos los que salimos de Castellar, excepto Vendi, quien en algún momento de la contrarreloj, ha perdido unos metros la rueda y ya no ha podido recuperarla.
Le recibimos escasos momentos después al grito de "¡¡¡Juvenil!!!" y vamos hacia Can Petit a visitar a nuestro amigo Serrrrgei. La sorpresa nos la llevamos al ver plácidamente sentado al sol a... ¡¡¡MAD!!!
Está acompañado de dos Macas, Angélica y Jessi, degustando unas más que merecidas cervecitas...
Gozando con la imprescindible cervecita...
Tengo visita familiar, así que en esta ocasión no puedo quedarme a comentar la etapa con el resto de compañeros. Me cuentan (Coppino me pidió que no revelara la fuente...) que el pajarón del amigo JC camino de Castellar es de los que rozan la épica... Iba completamente ofuscado... Hasta le adelantaban los ancianos... Sin embargo, su verdadero Tagamanent no había hecho más que empezar, y hasta ahí puedo leer...

Una etapa como esta, deja tal cantidad de historias en imágenes, que si las incluyera todas, la crónica sería interminable, así que los que queráis disfrutar del resto del abundante material gráfico que nos dejó la etapa, os invito a que hagáis click AQUÍ

Nada más, fin a una de las crónicas más elaboradas hasta la fecha. Siento el retraso, pero ya sabéis que últimamente no dispongo de todo el tiempo que me gustaría para relatar nuestras aventuras.

¡¡¡Próximamente más!!!

PD: Por cierto, a la izquierda en el blog, actualización de imágenes bajo el título "Caretos 2013". Los que no vinisteis al Tagamament, os haré la vuestra más adelante.

sábado, 1 de junio de 2013

Crónica 26/Mayo/2013

La Etapa
Terrassa-Caldes-Can Regassol-Bigues-Sant Feliu de Codines-Sant Miquel del Fai-Seva-Tona-La Pollosa-Moià-Calders-Monistrol de Calders-Sant Llorenç de Savall-Terrassa

Datos de Interés
132,9Km.
2123m. de desnivel positivo acumulado.
4h14m
31,3Km/h de velocidad media
Índice IBP: 138

Perfil de la Etapa











Mapa de la Etapa





















La Crónica

Para esta semana teníamos previsto realizar una etapa que transitaba por territorios más o menos conocidos y frecuentados por todo Maco de bien. Una etapa eminentemente rompepiernas y con cuatro puertos de montaña para ir cociendo bien las piernas y ultimando la puesta a punto. A la indispensable visita anual a Sant Miquel del Fai, le había añadido la ascensión previa a Sant Feliu de Codines (por Bigues), el puerto de la Pollosa (aunque algún cabezón se empeñe en seguir llamándolo Collsuspina) y una subida final al Km.28 desde Monistrol de Calders, para rematar la jornada.
Pero claro, los que me conocéis, sabréis que esa habría sido una ruta "sin alicientes". Faltaba algo... Una bonita emboscada. Que nadie se estudia los recorridos, me ha quedado más claro que nunca durante esta semana. No podía creer que nadie que se hubiera mirado mínimamente el perfil o el recorrido, no me hubiera llamado preguntándome qué demonios era ese pico amenazador que se iniciaba en el Km.20 de etapa, o qué demonios era eso de "Can Regassol"...
Pues bien, dado el escaso interés, decidí no comentar nada y que se lo comieran con patatas.
Las bajas de MAD y Vendi, se veían contrarrestadas por la aparición sorpresa de Karpets, cuyo whatsapp a las 4 de la mañana de "Bona nit", sumado al abundante material fotográfico en forma de gintonics que fue enviando durante toda la noche, más el "extra" de fin de fiesta, no hacían prever su aparición 3 horas más tarde vestido de ciclista. Pero no solo apareció, sino que además, ¡¡¡fue el primero en llegar!!!
Pasados los 10 minutos de cortesía, el único que aun no ha llegado es JC. No hay piedad. Nos largamos.
La suerte, sin embargo, se alía con él. Cuando apenas acabamos de subir la Casera, llama desesperadamente al Patrón, sabiendo que es al único que puede extorsionar para hacernos parar. Me doy cuenta de que algo no acaba de ir bien en la GoPro y decidimos esperarle. Como Karpets en su día, llega despotricando, jurando en hebreo y con un cabreo monumental, similar al que llevaba cuando su querido Patrón y un servidor, decidimos atacarle en el primer avituallamiento de la QH'12, jejeje... Casi nos hace creer que había pinchado en el ascensor de su casa...
Anécdotas al margen, la etapa acaba de empezar.


Foto familiar indispensable...

Que Filfe y yo coincidamos en una salida, nunca es buena noticia para el resto de Macos, ya que ya de salida, abortamos todo intento de ataque imponiendo un ritmo bastante exigente. Aun así, por detrás aun se pueden ir oyendo alguna risotada que otra y fragmentos de conversaciones entre la gente. Yo sonrío para mis adentros, conocedor de que muy pronto, nadie va a entender un inexplicable giro a la izquierda.

Al paso por Castellar, TT ya resopla...
Filfe y yo seguimos catigando a las tropas para que lleguen bien calentitos hasta Caldes. Superado el rampote de la gasolinera, a mitad de camino hacia Santa Eulàlia de Ronçana y ante el estupor general, abandono la carretera principal y me desvío hacia la izquierda, hacia Els Lledoners. Automáticamente, se hace el silencio y a todo el mundo se le ponen las orejas de punta, en alerta. Terreno de urbanizaciones, mal asunto... Se trata de una subida de unos 3Km. por las calles de Can Regassol, de esas que sin llegar a ser ni mucho menos, comparables a la brutalidad del Balcó de Sant Llorenç, tienen su miga.
Enseguida la gente coge cada uno su ritmo y por delante enseguida abrimos hueco Filfe y yo. Hacemos toda la subida juntos, salvo el último tramo en el que la que parece ser la última subida, da paso a un tramo extra que es el que le pone la puntilla y hace que se despegue unos metros de mí.
Confesando que "la última rampa me ha dado en toda la cara", nos giramos para ir viendo las caritas con las que el resto de Macos coronan la emboscada.

Gran Patrón, completando el podium...
Rosamari en su salsa. Todo explosividad...
Nando, el otro triunfador de la jornada...

Torres, cada vez a más...
Siffredi, pegando los últimos riñonazos...
TT y Karpets, coronando su anti-puerto...
JC, afinando su no-puesta a punto...
Coppino, a punto de comerse la cámara...
Adán, con careto de velocidad...
Nico, luciéndose para la foto...

Tras la reagrupación, comentarios positivos acerca de la sorpresa y estupor general acerca de cómo descubro semejantes emboscadas. Les aviso de que si la subida les ha gustado, la bajada van a alucinar. 4Km. de descenso en picado que se inicia con 6 buenas paellas, seguidas de unas rectas muy veloces que nos llevan hasta la carretera que sale de Bigues i Riells y que enseguida da inicio a la subida hacia Sant Feliu de Codines.

Poco antes de iniciar la subida a Sant Feliu...
En cuanto la carretera empieza a picar hacia arriba, se forma un terceto compuesto por Filfe, Patrón y yo, que rápidamente vamos abriendo camino respecto al grueso del pelotón. Como suele ser habitual, mis dos compañeros van dejándome hacer, sabiendo que el ritmo es exigente, pero que se puede seguir.
A mitad de puerto, sin embargo, Patrón pasa a coger las riendas del terceto y se pone a tirar fuerte con Filfe a rueda. Ese relevo, me deja a cola del trío, lo cual aprovecho para recuperar un poco las piernas. Desgraciadamente, ese acto heroico/suicida de Patrón, pronto vemos que solo son fuegos de artificio y nos dedica una hermosa palmera de cohetes en forma de apertura de patas total. En ese momento, Filfe se ve tirando de mí y le asaltan las dudas. Yo por mucho que algunos se echen las manos a la cabeza, no soy de atacar. A mí lo que me gusta es subir los puertos a un ritmo constante y lo más exigente posible. Con eso en mente, vuelvo a ponerme delante para rematar la subida. Filfe sigue mi rueda y eso sí, en la recta final pues bueno, arreón/sprint final para acabar de darlo todo.
De nuevo, el resto que van llegando en cuentagotas, cosa que aprovechan los que coronan para comer algo y llenar bidones.
Karpets, increíblemente activo...
Camino de Sant Miquel del Fai, a Filfe empiezan a asaltarle las dudas acerca de si hacer la ruta entera o darse la vuelta una vez acabe la subida a Sant Miquel. Sé que siempre digo lo mismo cuando llego a estos parajes, pero lo recogida y solitaria que es esta subida, combinada con las magníficas vistas que nos ofrece y por los tramos en las que vas literalmente metido dentro de la montaña, hace de ella una de las más entrañables que se pueden encontrar cerca de casa. Y como no puede ser de otra manera, saco la cámara y empiezo a fundir carrete...












Como veis, no escatimé en fotos... Y las que no he colgado...
Una vez superada el ansia fotográfica, paso de nuevo a la cabeza del grupo para que la gente no se me duerma. Cuando superamos el desvío al parking y empieza el terreno roto, la cantinela de siempre. Yo a mi bola y el que quiera que me siga. Y el que no falta a ninguna fiesta es Filfe. Se apunta a todas. Le va la marcha. Juntos vamos subiendo bien acoplados, con Patrón unos metros por detrás. Vamos bien metidos en plena subida, cuando de repente, cortada de rollo total. Inexplicablemente, el soporte de la cámara se parte por la mitad y la cámara se estrella contra el suelo. Es lo que tiene comprar cosas a los chinos. Que normalmente acabas cagándola. No volverá a suceder. Aprovecho para deciros que ya he encargado el soporte original a GoPro, pero antes he hecho que el chino nos mande otro soporte de regalo. Por suerte, la cámara iba bien protegida en su cápsula y ni un rasguño.
El incidente nos parte la subida por la mitad y cuando retomamos la marcha, Filfe decide levantar el pie y subir con Patrón. No así yo, que reanudo la última parte de la subida con la misma intensidad que en la primera parte hasta llegar a la carretera principal, donde nuevamente, procedemos a la reagrupación.

Comentando la jugada...
Nando pidiendo guerra...
¡¡¡NANDO PIDIENDO GUERRA!!!
Con "solo" dos puertos por delante, Filfe ya es un mar de dudas y finalmente decide darse la vuelta y volver a casa. Él que es un maestro a la hora de acortar caminos, esta vez decide atajar por Gallifa y Granera y llegar a casa con 105Km., tan solo 30Km. menos que el resto... Fenomenal.
El resto, hacemos el tramo hasta Centelles con relevos por cortesía de Siffredi, Patrón, Torres y Rosamari...
Llegando a la entrada al pueblo, Torres lanza un poderoso ataque en busca de la meta volante. Rosamari se me acerca en plan jefe de filas y me suelta sin pestañear: "Como no aprietes, no lo pillo... Espabila..."
Por desgracia para él, me da la orden demasiado tarde y con el cartel de Centelles prácticamente encima, no puedo tan siquiera lanzarle el sprint para que le dispute la victoria a Torres, que levanta los brazos a lo gran campeón.
A partir de ahí, carretera picando hacia arriba que hace que Adán se descuelgue antes de llegar a Tona. Con el inicio de puerto en ciernes, decidimos esperarle para, una vez que ya la carretera no tiene pérdida, que cada uno suba a su ritmo. Aprovecho para darle un par de consignas a Nando, que con el paso de los kilómetros se está conviertiendo, junto a Karpets, en la sensación de la jornada.
A mi juicio, la parte principal del puerto desde que se abandona Tona hasta que se toma el desvío a la izquierda es la más dura,  con rampas de hasta el 7%. Luego la subida a la Pollosa sé que a mucha gente le disgusta por el hecho de ser carretera ancha y rectas largas, pero yo siempre que la he subido la he disfrutado bastante. Con un porcentaje que nunca supera el 5%, son especialmente significativas sus dos curvas de herradura separadas por una larga recta y un final de puerto curioso, con un curveo peculiar de la carretera que deriva en una última curva de derechas que te lleva hasta la cima. Cima que por cierto, sabes que es la cima porque no hay cartelito que lo indique ni nada que se le parezca. Lo único que te espera arriba es un cambio de rasante cojonudo que te marca el final de la ascensión. 
Durante toda la subida me veo con mucha fuerza, manteniendo un ritmo constante y de cadencia de pedaleo muy de mi estilo. Ya he dicho antes que en los puertos hago como en las carreras. Voy a mi bola. Pongo una marcheta crucero que me genere buenas sensaciones y tiro millas. Voy sentado todo lo que puedo y a la que me noto con las piernas castigadas, me pongo de pie sobre la bicicleta para aliviar un poco el dolor y vuelta a empezar. Al final, supero los casi 7,5Km. de puerto en 19:23, a una meritoria media de 22,6Km/h y a 150ppm. Curioso lo que me está pasando este año a nivel de pulsaciones. No suben tanto como antaño...
Mientras espero a que hagan aparición mis compañeros, aprovecho para hacer unas fotos, ya que el día bien lo merece y no quiero que me pase como el año pasado, donde todos en bloque aprovecharon para dejarme tirado mientras me encandilaba fotografiando el panorama.

En la cima de La Pollosa...
Verde que te quiero verde...
A poco más de dos minutos, llega eufórico Patrón, que como siempre cometa, ha subido "a medio gas", seguido de cerca por Rosamari, otro que está haciendo un etapón. Medio minuto más tarde hace su aparición Nando, que tras la semana dura de entrenos que ha sufrido, por fin empieza a ver resultados a tanto sacrificio.
Los siguientes en llegar son un terceto compuesto por Siffredi, Mr. Towers y el otro triunfador de la jornada, Karpets, que no hay que olvidar que tan solo unas pocas horas antes se acostaba borracho perdido y que se presentaba a la salida con un par de horas de sueño. A pocos metros de la cima, Siffredi decide atacar y entrar por delante de sus dos compañeros de fuga, una actitud que parece no gustarle demasiado a Mr. Towers, que se enzarza con él en una durísima batalla dialéctica que los demás contemplamos partiéndonos la caja como es debido. Al final, como siempre, todo acaba en un abrazo y en un beso en los morros y hasta el próximo puerto, donde volveremos a arrancarnos los ojos como Dios manda.
Tan centrado estoy en las recrimiaciones entre los dos gallitos, que ya me despisto y cuando quiero mirar quién falta, veo que ya todos estamos arriba. A destacar también el "dia horribilis" del pobre TT, imposibilitado de poder entrenar entre semana, fatal de sensaciones todo el día, pero aguantando como un campeón toda la etapa.
 





Comemos y bebemos y aprovechamos para hacernos una bonita foto para el recuerdo. De repente, algo no va bien en el organismo de Karpets. Le sobreviene el temido bajón ante tanto castigo. Anuncia lagarto. Preparo la cámara y le animo: "¡Vamos campeón, échalo todo!" Al final, todo queda en "amago de lagarto" y recuperación milagrosa. visto lo visto, Karpets ha dado con la táctica para hacer una Marmotte de leyenda: Emborracharse hasta morir la noche de antes. Garantía de éxito...
 
Foto familiar pre-lagarto...
El lagarto solo asomó la cabecita...
Bajada en bloque, dejamos Collsuspina a la izquierda con la idea de depurar nuestra inexistente habilidad para dar relevos hasta llegar a Moià. Me doy cuenta de que somos unos auténticos negados en esta suerte del ciclismo. Cada vez iba detrás de alguien diferente, el que iba delante esprintaba, éramos incapaces de ir manteniendo una velocidad constante, el paso por curvas era de chiste y había momentos en que íbamos en fila de a tres. Lo dicho, una nulidad total. Aun así, nos plantamos en Moià a una media de casi 48Km/h y en la fuente hacemos la última parada de la jornada.

El tramo desde Moià a Calders, más de lo mismo, pero esta vez a "tan solo" 42Km/h de media. Hacemos la rotonda y ya en bajada, maricón el último.

Inicio de bajada con Patrón afilando el cuchillo...
Yo me veo cada vez con más seguridad bajando, pero eso no evita que los animales bajadores del equipo se vayan con una superioridad abrumadora. Una vez abajo, me dispongo a empezar a tirar de nuevo de cara a la última subida del día, pero Mr. Towers me arrincona contra la cuneta y junto con Karpets, pasan a encerrarme en "la jaula". Se trata básicamente de pegarse a mí y no dejarme salir de la cuneta...
Al final acordamos que yo me marche en solitario y que ellos harán el resto de la etapa muy de tranqui.
Me despido de todos y hago el resto de etapa a buen ritmo crucero. Buena subida al 28, mejor descenso hasta Sant Llorenç de Savall y crono hasta Terrassa, que me permite llegar a casa a eso de las 12:10. Perfecto.

Al parecer, el resto de Macos al final no fueron tan de tranqui, ya que según ellos, solo llegué 5 minutos antes a Terrassa. Claro que Strava dice que fue un cuarto de hora. Qué más da.
Casi una semana después, aun no sé qué le hicieron estos desaprensivos al pobre Nando, por tanto os invito a que alguien lo explique respondiendo a este post.

Para esta semana, una de las etapas más esperadas de la temporada. La temida/querida/odiada/amada ascensión al Tagamanent, famosa tanto por sus pajarones subiendo, como por sus excursiones bajando.
Tras lo vivido esta semana, una cosa tengo clara. El domingo de madrugada, buscad a Karpets arrasando discotecas con esa frase que acuñaron entre él y JC y que tan explicativa resulta.
Pocas veces se puede decir tanto con tan poco... "¡¡¡Qué bonita es la noche!!!"