Quebrantahuesos 2012 (Introducción)

Por fin había llegado el día.

Meses y meses de entrenos en grupeta, clandestinos, en solitario...

Meses y meses de bravuconadas, de desafíos, de pasarnos la manita por la cara...

Meses y meses de patronales hasta los huevos, de bicicletas agredidas, de maletas en la puerta...

Y sí, señores, por fin había llegado el día. El día que le daba sentido a todo. El día que justificaba todo lo expuesto anteriormente. El día en el que se ponían los puntos sobre las íes. El Día D y la Hora H.

Bien sabido es aquello que que si algo funciona, para qué cambiarlo.

Con esa mentalidad amarrategui, decidimos repetir el plan de acción del año pasado, es decir, quedamos en l'Hort d'Ullastrell para comer y salir hacia Sabiñánigo con el estómago lleno.

Fran se presenta poco después de las 13:00 y primera sorpresa… ¡¡¡Es recibido por Ojos Bonitos!!! El tío, se ha desplazado hasta allí para darnos ánimos y pasar con nosotros un ratillo antes de irse a currar… ¡¡¡Detallazo!!!

El Patrón parece que se ha puesto las pilas, porque aun no son las 9:00 y ya ha llamado a Fran para ver si le pasa a buscar para hacer la compra.

"Joder, qué tío más formal, ya está en marcha para que no se le eche el tiempo encima", piensa Fran.

Pero claro, la desgracia se ceba en nuestro querido Patrón, que es engullido por un agujero negro espacial y que hace que tarde 4 horas y media en recoger a Vendi y a TT y presentarse en l'Hort... ¡¡¡Sin la compra!!! Y con leves indicios de tambaleo. Inexplicable.

Fran le increpa intentando sacarle información, pero Patrón se enciende encolerizado y solo acierta a pronunciar palabras inconexas como "MAD", "inútil", "olvidado", "voy a su casa" o "patada en la puerta"...

La Maconeta... Todo un depredador del asfalto...

 La aparición de una ronda de quintos hace que cambie de humor y rápidamente tira de móvil en busca de alguien que le saque del apuro y que nos proporcione un ingrediente secreto solo conocido por verdaderos carreteros que nos hará triunfar al día siguiente.

A todo esto, llega JC que excusa su leve tardanza “porque he tenido que ir a comprar tabaco…”

Ya en el restaurante, las camareras, ven enseguida que nuestro tono de conversación supera con creces los decibelios máximos que permite la ley y deciden, con buen criterio, ubicarnos en el piso de arriba del restaurante, apartados de la gente de bien.

Cuando vamos tomando posiciones, llega Mechanic y posteriormente Filferro, que deja su macuto y se larga a por la bici.

Ya tenemos el primer plato en la mesa, cuando hace su entrada triunfal… Iván Lendl…

Impagables sus pintas y sus calcetinicos de tenista. Esos sí, con un par, se sube la bici al piso de arriba del restaurante, sacando los codos por las escaleras. 

Con todos ustedes... Ivan Lendl.

Zapatillas tope de gama para la ocasión...

 

Claro, entre plato y plato, fluyen las anécdotas vividas durante todo el año y las carcajadas se oyen ya a una manzana de distancia. Tanto se oyen, que a un comensal de un par de mesas más allá se le hinchan ya los cojones de tal manera que se levanta y enfila nuestra mesa. Está a punto de encenderse cuando ve que TT coge con fuerza su cuchillo de sierra y le mira fijamente a los ojos. El comensal entonces, muy educadamente, nos comenta que “a ver si podéis ser tan amables de bajar un pelínnnnnn la voz…” 

Los afectados comensales a punto de engrescarse...

Tampoco tenemos pinta de estarla liando... ¿no?

 Afortunadamente, estamos ya a punto de irnos, pero eso no evita todo tipo de comentarios acerca del sujeto, que no hace falta reproducir en un blog de señorío como el nuestro.

Con toda la grupeta ya reunida y las bicis montadas, nos dirigimos a la gasolinera a por agua, lugar donde el Patrón aprovecha para saludar a un “coleguita”.

El Patrón, acordándose aun de la mala cabeza de MAD...

¿Para qué están los amiguetes?

Bueno, ya sí que sí, nos ponemos en marcha en dirección… ¡¡¡Al Carrefour!!!

Hay que dividir la faena para ir más rápido. Decidimos dejar al cuidado de la Maconeta al más cachas del equipo, un tío con pinta de repartir hostias como panes, un tío que enciende cerillas con sus patillas recién estrenadas para la ocasión y que se limpia la mugre de las uñas con navaja… Un bicharraco contra el que los maleantes y chorizos no tendrán nada que hacer… Estamos hablando, claro está, de Filferro.

El resto, en bloque por los pasillos del Carrefour.

Grande TT tapando el carro...

Tampoco viene al caso detallar qué compramos. Estábamos dando una lección de optimización del dinero, priorizando en hidratos de carbono y entrecots y sin dejar de lado proteínas y líquido… Mucho líquido… Era imposible comprar mejor con menos dinero, hasta que la cajera dijo… Son 148 Euros. ¡¡¡Coño!!! Miradas de estupor y gotas de sudor empezaron a caernos por la sien debido al sablazo, hasta que Coppino se destapó con una “Eugeniada” de las suyas… “¿Sabe qué, señora? Dejamos las olivas…”

Ni que decir tiene que fue soltar la parida por la boca y empezar todos a desorinarnos, cajera incluida.

 

Las olivas de la discordia...

Ahora ya sí, con toda la comida a cuestas, emprendíamos camino de Sabiñánigo.

Viaje sin complicaciones, sin momentos de tensión y sin apenas comernos caravana, cosa que hizo que llegáramos a Sabiñánigo antes del horario previsto por Mechanic, ya que según él, “Vamos muy tarde”.
El viajecito tampoco estuvo exento de momentos tórridos entre 2 componentes del equipo, que pasaron del clásico "pico" para quitarse el hambre, a dejar asomar sus lenguas... Eso enervó a uno de ellos, que esperó a que el otro estuviera plácidamente dormido para ponerle todo el HANS en la frente... Y claro, cuando eso pasa, uno no puede más que despertarse con toda la tienda de campaña puesta y pasar a la acción... Amorrándose a todo lo que se le ponga a tiro, que en este caso fue la mismísima...
Bueno, creo que lo dejo ya, que esto es un blog de ciclismo, por mucho que estos dos también cabalgaran... 

Estas son algunas de las instantaneas tomadas durante el viaje.

Filferro arrancándose al cante...

El conductor refrescándose...

El conductor echando una cabezadita...

JC hablando con la patronal...

JC y Fran midiéndose los pulgares...

Sí, sé que todos queréis ver las fotos en cuestión de los momentos tórridos (que las hay), pero uno de los afectados me llamó el lunes muy preocupado y prácticamente llorando, me suplicó que tales imágenes vieran la luz... Y claro, uno no puede más que empatizar con el personaje y ceder a su petición.


Ya en Sabiñánigo tuvimos tiempo de sobras para recoger dorsales, tomarnos una cervecita y saludar a Adán y Mr. Towers, que hicieron su aparición minutos después acompañados de sus respectivas patronales y sin Nando, que aquejado de problemas físicos, había causado baja de última hora.

Mr. Towers, fino fino...

En la linea de meta...

Haciendo felices a las 2 señoritas de BKOOL

Combatiendo la calor...

Intercambio de mensajes con los hermanos Dueñas para vernos al día siguiente y enfilamos el camino hacia Larrés para velar armas de cara a la gran batalla del día siguiente.
Una vez en la casa, reparto de habitaciones y cada uno a lo suyo para dejarlo todo listo para el día siguiente.

Coppino estudiando el recorrido

Mechanic asegurando la cámara... en exceso...

JC estirando...

 Y al igual que el año pasado, cena de campeonato a base de pasta y carne...

Patrón y sus entrecots...

Cenote...

Tras la cena, un poco de sobremesa y a JC empiezan a entrarle los nervios. Se pone muy nervioso... Empiezan a temblarle las manos ante la carrera del día siguiente. No sabe qué hacer... Bueno, está claro... Tiene que tranquilizarse como sea... Lo ve claro...

Cigarrito y cacharro...

Que si un traguito por aquí...

Que si ahora unos círculos de humo por allí...

En fin, que una vez el hombre se sosegó, a Vendi empieza a entrarle la canina y se marca una exhibición engullendo como nunca habíamos visto antes. Nocilla, bollitos, gintónic, patatas fritas, pan bimbo, vino, no puede parar... Fruta, olivas, pasta que había sobrado, carne, el tío es un pozo sin fondo... Cuando ya no queda nada que llevarse a la boca, empieza a mirarnos a los demás...
Está claro que es el momento de irse a la cama y huir.
Tras la visita del amigo Félix Rodríguez de la Fuente y cuando estamos a punto de conciliar el sueño, en alguna habitación descubren que tienen un loro... y potente. Una música atronadora empieza a sonar y algunos hasta bailotean...
Por suerte, la cordura impera y antes de las 0:00 ya estamos todos plácidamente dormidos o al menos intentándolo.

La suerte está echada.