Crónica 19/Mayo/2013

La Etapa
Terrassa-La Mata-Navarcles-Santpedor-Callús-St. Mateu de Bages-Fonollosa-St. Joan de Vilatorrada-St. Vicenç de Castellet-Rellinars-Terrassa

Datos de Interés
126,9Km.
2208m. de desnivel positivo acumulado.
4h05m
31,1Km/h de velocidad media
Índice IBP: 140

 Perfil de la Etapa

Mapa de la Etapa

La Crónica
Nueva afluencia masiva de Macos para la salida dominical de esta semana. Los objetivos de la temporada están a la vuelta de la esquina y todo el mundo sabe que entramos en una fase de la temporada crucial para afrontar con garantías tanto la Pedals de Foc Non Stop como la Marmotte o ambas. Con el trabajo de carga y acumulación de kilómetros que llevamos en las piernas desde el mes de enero y superado el tramo de desarrollo específico, llega el momento de sufrir de verdad sobre la bicicleta para lograr el pico deseado dentro de las escasas cinco semana que tenemos por delante.
Así, mientras unos irradian euforia y se ven más fuertes que nunca, otros prefieren ser más conservadores y repetirse a sí mismos que están fatal, lo cual demuestra que las maneras de motivarse que tiene cada persona pueden ser de lo más variopintas... 
Esta semana teníamos las bajas de Mr. Towers y MAD, que se hallaban concentrados en altura en Vielha, subiendo entre otros, el maravilloso Port de Balès y de JC y Karpets, que habían adelantado su salida semanal al sábado y cuyo castigo les vino en forma de aguacero considerable.

Para que la fiesta fuera completa, esta semana estrenábamos el nuevo juguetito del C.C. Maco. Ni más ni menos que una flamante GoPro Hero3 Silver Edition, un pepinazo de cámara que justifica con creces el alto precio que cuesta.
La herida entre los merengues de la derrota en la final de la Copa del Rey aun estaba abierta de par en par y Nando no tuvo consideración alguna con nuestros queridos compañeros a la hora de recibirles con una bonita puñalada...
 

Una vez sosegados los ánimos, damos inicio a la salida. Aprovechamos los primeros kilómetros para ir neutralizados calentando las piernas con Adán al frente y al paso por la rotonda que da la bienvenida a Matadepera, empezamos la salida "en serio". 
Adán se echa a un lado y empiezo a marcar una marcheta no excesivamente exigente, pero que hace que la mayoría de gente regule y levante el pie, de forma que pronto el pelotón de doce se ve reducido a media docena de unidades. Sin nadie que se decida a dar relevos, yo mantengo un pedaleo alegre sin subir excesivamente las pulsaciones.

Parecía que el día acompañaba...

Filfe exhibiendo su capacidad de pedalear dormido...

Poco ante de llegar a la Barata, oigo a Rosamari balbucear algo ininteligible a mis oídos, mientras pega un buen arreón de los suyos. Esta vez, el arreón le sirve para reventar unos escasos 10 metros por delante de mí, para acto seguido, vaciarse las fosas nasales de un soplido y abrirse de patas de mala manera. Tras los fuegos artificiales, llegamos al tramo duro de la Font de la Olla y ese par de curvas sirven para que nos quedemos al frente Filfe y yo.
Vamos a un ritmo bueno, pero no excesivamente duro, por eso me sorprende que Filfe, de repente, me diga: "Oye, que como hace mucho frío, voy a levantar el pie para no quedarme helado arriba esperando a la gente.." La verdad es que fresco sí que hace, pero vamos, lo que luego nos comimos... ¡¡¡Eso sí que fue frío!!! Total, que me casco los últimos dos kilómetros de subida en solitario y con muy buenas sensaciones en el exigente último kilómetro que finaliza en la Caseta dels Peons.
Le doy la vuelta a la bici, encaro la cámara y grabo la llegada del resto de Macos...

 

Una vez consumada la reagrupación, aguardamos unos minutos a que la gente coma algo y se recupere brevemente tras el esfuerzo, dejamos que TT de desahogue cagándose en todo lo que se menea por no haber respetado su petición de "subir tranquiletes" y nos abrigamos bien para lo que se avecina va a ser un descenso bastante fresquito.
Tras el tramo de curvas iniciales en las que extremamos la precaución ya que están con el asfalto humedecido, llegamos a terreno favorable en el que desbocar nuestras monturas y es ahí donde empiezo a grabar...
 

Desafortunadamente, la cámara aun la tengo en fase de pruebas y algo que he aprendido rápidamente, es que la batería le da una autonomía de unas "escasas" 2 horas. Entrecomillo escasas, porque al fin y al cabo, 2 horas es una grabación muy tocho que nadie vería, con lo cual, tendré que acostumbrarme a grabar solo los "highlights".

Al paso por Talamanca, llega un buen repechón que Filfe decide subir a plato, lo cual vuelve a dinamitar el grupo. El último tramo de bajada hasta Navarcles es un "sálvese quien pueda", donde la aparición de algún tramo traicionero con tierra suelta y gravilla hace que a Nico se le suban los cascarones al cuello y haga su aparición en el punto de reagrupación cuando el resto ya casi hemos acabado de avituallarnos.
A destacar la profundidad de los bolsillos de TT de la Course, que se saca del maillot una tarrina de frutas, una lata de Red Bull y deja asomar lo que parece ser un "tupper" de embutidos varios... 

"Deep pockets" TT...

Tras un análisis de lo que nos queda por delante, nos dirigimos hacia Santpedor con ritmo endiablado, pese a que la carretera va picando continuamente hacia arriba.
Justo al desviarnos hacia la izquierda en dirección a la Vila d'en Pep y cuando todos vamos contemplando el paisaje, Adán aprovecha para atizar un buen palo de los suyos. Digamos que una vez que Rosamari parece que va asentando la cabeza, Adán va enloqueciendo por momentos. Solo así se explica el leñazo de dos kilómetros que se pega el muchacho para acabar siendo engullido de nuevo por el gran grupo.

Adán, instantes antes de dar el palo...

El día parecía inmejorable...

Algún pequeño repechón que pasaba factura...

Esta vez pasamos por la Santpedor sin hacer comentario alguno y nos metemos en terreno más favorable en dirección a Callús, pueblecito en el que en esta ocasión, decidimos no parar a rellenar bidones. Recuerdo que la última vez, hicimos caso omiso de las advertencias acerca de la no potabilidad del agua a un técnico del Ayuntamiento que estaba analizando en ese momento un análisis (¿radioactivo?) del agua y pese a que ninguno cambiamos de color aquel día, hoy seguimos adelante.
Prometo que la siguiente ráfaga de imágenes están colgadas siguiendo el orden cronológico en el que fueron hechas. Resulta curioso ver cómo el cielo cambiaba su aspecto según íbamos en una dirección u otra...
Ni que decir tiene, que nosotros nos dirigíamos hacia lo más negro...

Cielo amenazante...

Stairway to Heaven...

Highway to Hell...

La cosa se ponía fea...

Ante nosotros, la subida hacia Sant Mateu de Bages con la "extensión" al Observatori de Castelltallat, lugar desde el que si el día acompaña, se puede disfrutar de unas vistas magníficas. Unos 16Km. de subida bastante tendida y sin excesivas complicaciones, si bien en algún punto concreto, la carretera podía empinarse algo más. 

No puedo obviar un nuevo palo de Adán a pie de puerto, que se marcha de nuevo en solitario. Este nuevo ataque, sin embargo, lleva toda la firma de Rosamari, ya que vuelve a ser engullido por el pelotón a falta de unos 15,75Km. para la cima...

Tras esta nueva "mascletá" fallida, lo de siempre en cada puerto. Activo el modo crucero y solo Filfe se viene conmigo. El problema del resto es que siempre les cuesta coger el ritmo cuando se inicia la subida y para cuando ya llevan las piernas calientes, ya es demasiado tarde para engancharse a nosotros.

Como he comentado, subida tendida y bastante llevadera. Los kilómetros van pasando y el cielo se va encapotando cada vez más. El hecho de que la subida no tenga rampotes exigentes y que claramente llevo un ritmo que Filfe puede aguantar sin problemas, me lleva a pensar que me dará algún relevo. En absoluto. Ni uno. Cero patatero. 16 kilómetros chupando rueda.  Más tarde me comentó que "Pensaba que ibas a atacar y por eso iba guardando"... Total, que viendo que no va a haber guerra, levanto el pie y aprovecho para echarle alguna foto.

Malas piernas no llevaba...

A poco de coronar, el frío ya era importante...

Amigos, llegados a este punto, el fresco había pasado a ser frío...

Vemos claro que arriba vamos a estar esperando una buena minutada al resto y que, con el frío que hace, podemos quedarnos tiesos. La niebla es muy densa y el frío es de ese que te cala hasta los huesos. Después de dejar a la izquierda el desvío a Sant Mateu de Bages, nos adentramos por el camino rural que lleva al Observatori. Aquí el asfalto está levantado a tramos, pero aun así se puede ciclar bien sin problemas. Es también en esta parte de la subida donde se encuentran esos breves repechones que nos hacen ponernos de pie sobre la bicicleta y que, no hay mal que por bien no venga, nos hacer entrar un poco más en calor.

Sin embargo, ya estamos coronando y solo nos resta encogernos lo máximo posible, frotarnos todo el cuerpo y rezar para que el resto no tarde mucho en llegar...

¿Premonición? ¿Mal fario?

El comentario generalizado de todos al coronar son beneplácitos hacia la subida realizada, realmente es muy muy bonita y agradecida de hacer. El que llega pletórico es Vendi, que no deja pasar la ocasión de restregarnos por la cara que ha sido el único Maco que ha salido de casa con la chaqueta de manga larga y que "está muy calentito"... 

Al final, alrededor de un cuarto de hora dando saltos y haciendo ejercicios para entrar en calor hasta que por fin, volvemos a reagruparnos al completo. Dado que el día no acompaña y que desde arriba del Observatori no se va a ver nada, decidimos no subir hasta arriba y nos pretrechamos bien para lo que nos espera... La bajada...

Si subiendo el frío se podía combatir poniéndote de pie sobre la bici o simplemente aumentando un poco la cadencia de pedaleo, en bajada pronunciada no hay nada que hacer. Poco a poco noto cómo voy perdiendo sensibilidad en los labios y en los dedos. Afortunadamente, conforme vamos perdiendo altura, la temperatura parece que va subiendo y Siffredi dedice celebrarlo marcándose una colada de frenada en una curva de izquierdas que casi se me lleva por delante. Por suerte para él (y para mí) me pasa de largo totalmente descontrolado y consigue evitar la "excursión" gracias a un derrape y una grácil "sisagasa"...

Ya abajo, con el calor corporal recuperado y rodando fuerte hacia Fonollosa, nuevo leñazo de Adán. Esta vez consigue abrir algo más de hueco y Filfe salta a su rueda. Pronto contacta con él y se marchan en solitario. Los llevamos todo el rato a unos 100 metros controlados y como vemos que la distancia no aumenta, los dejamos ahí para que se vayan "cociendo" hasta llegar a Fonollosa, donde, esta vez sí, paramos a rellenar bidones en la ya clásica fuente.

Pintada que provocó erecciones a unos e indignación a otros...

La fuente. ¿Por qué es un clásico?

Pues por esta placa...

Ojo a TT en posición Ussain Bolt...

Bueno, parece ser que ya todo va a ser coser y cantar hasta llegar a Castellbell i el Vilar, donde la última subida del día als Caus, previo paso por Rellinars, acabará de redondear el castigo.

Tras reanudar la marcha, me pongo a tirar, pero enseguida Filfe se encarga de darme unos relevos extraordinarios. Yo empiezo a notarme las piernas algo cansadas y Filfe va como un avión. Vamos turnándonos a la hora de dar relevos, pero los suyos son mucho más largos y poderosos y en un periquete pasamos como una exhalación por Sant Joan de Vilatorrada, donde en esta ocasión, tampoco paramos en la clásica croissantería anti-pájaras que hizo el agosto con nosotros hace un par de temporadas.

Sin embargo en el C.C. Maco nada es coser y cantar... Salimos de Sant Joan de Vilatorrada por la C-55 y en la rotonda que empalma con la C-25, Siffredi pega un entrañable llantazo en el único socavón de toda la rotonda y pincha... Nos detenemos unos metros más adelante, comentando la desgracia del compañero, que lleva una racha de pinchazos similar a la del Boniato en BTT...

Estamos con el cachondeo pasando el rato, cuando de repente, Vendi se da cuenta de que también va pinchado... Fenomenal...

A mí la gracia del primer pinchazo se me cambia por premura ante este segundo contratiempo. Viene mi hermano a comer a casa y no puedo llegar tarde. 

Necesito que las reparaciones se hagan a ritmo de PitStop en F1. La incapacidad de Vendi para cambiar una cámara sería merecedora de unvideo exclusivo, pero por suerte para él, la GoPro habia finalizado su etapa muchos kilómetros antes... Menos mal que entre la confusión apareció Nico para solventar la papeleta...

Vendi sudando la gota gorda...

Tan difícil no puede ser hinchar una rueda...

Tras un cuarto de hora parados, por fin podemos reanudar la marcha. Dejamos atrás Manresa y enfilamos el peligroso tramo de la C-55 con el objetivo de hacerlo lo más rápidamente posible. De ese extremo se sigue encargando Filfe, que va pletórico para los kilómetros que llevamos a cuestas. Yo sigo entrando en la ayuda, pero me cuesta mantener sus embestidas. 

Filferro a todo tren...

Seguimos a bloque, hasta que cuando vamos transitando a la altura de Sant Vicenç de Castellet, nuevo pinchazo... Esta vez decido no pararme y me despido del resto de Macos, ya que sino, mucho me temos que llegaré tarde a la cita con la familia.

Completo el tramo de C-55 con sensaciones contradictorias en las piernas. Parece que voy mejor, pero claro, me he quedado sin la referencia del animal.

Llego a Castellbell i el Vilar e inicio la última ascensión de la jornada. De repente, me veo bien, recupero las buenas sensaciones y me motivo para subir a buen ritmo. Siempre entre 75-85rpm y rodando con fuerza, supero la doble curva de llegada a Rellinars con aparente soltura. El resto de la subida, regulo bien, alterno muchos tramos sentado con algún que otro "bailoteo" para ir recuperando y logro coronar muy entero con una media de 22Km/h en los 9Km. de subida y más teniendo en cuenta las malas sensaciones que llevaba kilómetros atrás.

La bajada hasta Terrassa la hago bastante decente teniendo en cuenta mis limitaciones en el descenso, pero me noto con confianza bajando. ¡Hasta consigo adelantar a otros ciclistas y no invadir el sentido contrario!

De nuevo, otro magnífico trazado para otra mañana espectacular de bici con los amigos. Lástima solo del mal tiempo en algunos momentos de la mañana y de los contratiempos que nos impidieron llegar todos juntos a Terrassa y disfrutar unidos de las siempre indispensbles cervezas de la victoria. 

Porque no nos engañemos, el objetivo de cada domingo son esas cervezas. Todo lo que sucede entre medio, son meros medios para llegar a tal fin.

Hasta la semana que viene.